El teatro Fernán Gómez celebra el Día de Todos los Santos con ‘El monte de las ánimas’ de Bécquer

Gacetín Madrid

El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa estrena el 1 de noviembre, en el contexto del Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos, El monte de las ánimas (Historias de terror), de Gustavo Adolfo Bécquer. Pepa Pedroche e Ignacio García firman la dirección de esta obra, que rescata las leyendas de terror de Bécquer en versión de José Ramón Fernández para darlas a conocer también a un público joven. El montaje, que se podrá ver en la Sala Jardiel Poncela hasta el 8 de diciembre, es una producción propia del teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa en colaboración con Tablas y más tablas.

El monte de las ánimas está ambientada a finales del siglo XIX en Soria, y transcurre durante una excursión en la que cuatro personajes quedan atrapados en un refugio de montaña, en un ambiente cargado de leyendas y supersticiones. A medida que la Noche de los Difuntos avanza, los cuatro van relatando historias sobre el Monte de las Ánimas, un lugar donde se cree que los espíritus de antiguos caballeros templarios cazan en la oscuridad. Las tensiones entre los personajes crecen y la línea entre realidad y leyenda se desdibuja, llevando al público a un mundo de misterio en el que también quedan expuestas las relaciones humanas.

Según explica su codirector, Ignacio García, El monte de las ánimas “trata de profundizar en la estética del terror hispánico que durante tanto tiempo fue un gran éxito y asustó a varias generaciones de lectores”. Interpretada por cuatro jóvenes actores -Alba Recondo, Javier Godino, Lucía Esteso y Pablo Béjar-, en El monte de las ánimas el espectador se sumergirá, subraya García, “en un ambiente siniestro, oscuro y turbio, de muertos que se levantan y de supersticiones que aparecen, despertando los fantasmas que hay en cada uno de nosotros”

Para Pepa Pedroche, codirectora de la obra, este texto “nos permite soñar con un homenaje a la tradición oral de cuentos, leyendas, relatos e historias que atraviesan el tiempo y perviven en la memoria del que escucha, convirtiéndole en narrador en futuros espacios de intimidad”. Además, añade que “nos propone un juego escénico cercano y reconocible para comprobar que el miedo a lo posible, a la dudosa verdad, a lo extrañamente intuido, a eso del más allá, es una cuestión de siempre que no hemos conseguido vencer”.

“Usando El monte de las ánimas como contenedor de otras leyendas, hemos traído a nuestro siglo aquellos miedos del siglo pasado porque son los mismos miedos, el mismo miedo. Lo que no me atrevo a mirar. Lo que habita mis pesadillas”, añade el autor de la dramaturgia, José Ramón Fernández.

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