Un joven de 29 años de edad y una mujer de 31 años, ambos de nacionalidad española pero origen húngaro, han sido detenidos en el distrito madrileño de Latina: él por abusar sexualmente de sus sobrinos de 6 años de edad y grabarlo en vídeo, y ella (la madre de los pequeños) por encubrirlo.
Las investigaciones policiales dieron comienzo el pasado 20 de noviembre, cuando una mujer de 31 años acudió a una tienda de compraventa de segunda mano ubicada en Puerta del Ángel, en el distrito de Latina, para empeñar un teléfono móvil. Al mes siguiente, dado que la chica no lo había reclamado, desde la tienda se procedió a formatearlo para ponerlo a la venta.
Cuando fue a hacerlo, descubrió en su memoria varios vídeos pornográficos protagonizados por un hombre que mantenía lo que parecía diversas actitudes sexuales con dos niños. Por ello, dio la alerta a la Policía Nacional. Varios agentes acudieron al establecimiento, donde visionaron todo el material, viendo al individuo masturbando a dos niños de corta edad, viéndose claramente la cara de los tres.
También se podía ver como el hombre ordenaba a los niños para que se tocasen sus genitales mutuamente, haciendo referencia a ellos como «mis sobrinos». Se pudo comprobar además que el objetivo de estos vídeos era compartirlas con más personas por cómo hablaba y lo que decía el individuo.
Ante la gravedad de lo visto, los funcionarios se desplazaron al domicilio de contacto dado por la propietaria del teléfono móvil a la tienda, un piso del distrito madrileño de Centro. Sin embargo, ya no vivía en el lugar desde hacía años.
Tras las pesquisas, los policías acudieron a otro edificio, donde los vecinos les hablaron de los dos niños de 6 años, su madre y su tío. Finalmente lograron localizar el piso donde los cuatro residían actualmente, encontrando a todos ellos, aunque el individuo presentó una actitud muy nerviosa al ver a los agentes.
Tras entrevistarles por separado, comprobaron que la voz de los niños en las grabaciones y la de los dos menores coincidían «plenamente». Estos indicaron a los funcionarios que el que vivía con ellos era su tío y que era el único que tenían, y que su madre se iba a trabajar todos los días dejándoles solos con él.
El individuo, al verse descubierto, manifestó que había grabado a los niños en la ducha pero «nada más». Con todo ello, detuvieron a ambos adultos y dejaron a los dos pequeños a cargo de su abuela. A ambos arrestados se les intervinieron sus respectivos terminales móviles sospechando que tuviesen más material pornográfico.