Tras la aprobación de la Ley de Vivienda, las inmobiliarias tienen prohibido el cobro de sus servicios al inquilino. A pesar de que esta práctica es ilegal en toda España, las inmobiliarias «están ideando diferentes estrategias para continuar estafando a los inquilinos», denuncian desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid.
«Vemos cómo los gobiernos continúan poniendo una alfombra roja a este tipo de agentes especuladores. Como ya criticamos en su momento, la nueva Ley de Vivienda no incluye ningún régimen sancionador, lo que facilita a las empresas inmobiliarias eludir la ley impunemente». Desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid exigen que se introduzcan sanciones para las inmobiliarias que infrinjan la ley.
Estas inmobiliarias, critican, «no solo están estafando y violando la Ley al cobrar honorarios, sino que también desempeñan un papel fundamental en los abusos y los desequilibrios de poder que los caseros cometen contra las inquilinas. Incrementan los precios de los alquileres, dificultan el acceso a la vivienda mediante trabas burocráticas y condiciones de acceso irreales, promueven el racismo inmobiliario, etc».
«Firmas como Tecnocasa, RedPiso, Alquiler Seguro, la Agencia Negociadora del Alquiler y otras aparecen en nuestros barrios de forma similar a las“casas de apuestas: publicidad abusiva e invasiva, apertura masiva de oficinas…. Todo forma parte de una misma estrategia: acaparar la mayor parte de la oferta para la gestión de viviendas en alquiler, con el fin de poder controlar el mercado inmobiliario», exponen.
Frente a esta situación, el Sindicato de Inquilinas ha lanzado la campaña ‘Alerta Estafa’ para señalar este comportamiento y para que «cualquier inquilino pueda saber si ha sido estafado». De esta forma, los inquilinos, organizados a los Sindicatos, «podemos luchar contra las inmobiliarias y sus prácticas abusivas como el cobro de honorarios».
Una vez más, desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid «observamos cómo las inmobiliarias actúan bajo intereses corporativos, sin temor a las consecuencias de sus acciones». Ante esto, concluyen, «la única manera de plantar cara a esta situación es señalar a las inmobiliarias. Hoy es Tecnocasa, pero mañana será otra, porque conocemos otras muchas que continúan estafando al inquilinato».