La Fiscalía Provincial de Madrid solicita siete años de prisión para R. A. y S. O. M., los padres de una niña de 12 años que vendieron a su hija cuando tenía 12 años de edad, para que viviera como pareja del hijo de los compradores con el que mantuvo una relación conyugal aceptada “por haber sido educada en la creencia de que eso era lo normal y lo que se esperaba de ella”. El representante del Ministerio Público les imputa un delito de trata de seres humanos con fines de servidumbre. El juicio se celebra el próximo miércoles, 14 de junio, en la Sección 16ª de la Audiencia de Madrid.
Según la Fiscalía, R. A. y S. O. M. acordaron junto a los otros dos acusados, C. A. y M. R., entregarles a su hija, “que en ese momento contaba con 12 años de edad”, a cambio de una cantidad de dinero que no se ha podido determinar, para que viviera como pareja del hijo mayor de estos últimos nacido el 9 de septiembre de 2005. Esto vez, a partir de ese instante la menor estaría sometida al control de sus compradores y de su hijo “que la iban a llevar a España a vivir con ellos separándola de su familia biológica y desescolarizando a la menor que no hablaba nada de español y nunca había estado en España”.
Así, el 22 de junio de 2022, tras someter a la menor a la prueba del pañuelo que acreditaba su virginidad, ésta fue obligada a mantener con el hijo de los acusados una relación análoga a la conyugal con relaciones sexuales completas, “aceptando la menor ésta situación por haber sido educada en la creencia de que eso era lo normal y lo que se esperaba de ella”. Un día más tarde los padres de la menor acudieron a una notaría en Rumanía para manifestar que su hija pasaría a vivir con M. R. y que desde ese momento, y hasta el año 2024, le autorizaban a su hija a viajar por el extranjero acompañada de la acusada.
Por ello, el 24 de junio de 2021 se celebró en Rumanía una gran fiesta para celebrar el enlace de los dos menores. Dos días más tarde, la pareja que compró a la menor se la llevaron desde Bucarest a Madrid y la alojaron con ellos en un piso sito en Mejorada del Campo.
Desde entonces, y hasta la fecha de la entrada y registro que tuvo lugar el 4 de octubre de 2021, la menor permaneció sin escolarizar, compartía habitación y cama con Raúl con quien mantenía una relación análoga a la conyugal, su documentación (pasaporte y partida de nacimiento) estaban en poder de los padres de Raúl, y no tenía teléfono móvil personal. Salía poco de la casa y cuando salía lo hacía acompañada de los acusados o de Raúl.
El 17 de septiembre de 2021 la menor fue llevada a Sevilla por C. A. y M. R. para acudir a una fiesta que tuvo lugar al día siguiente en la Hacienda Atarazana, para celebrar de nuevo en España el enlace de los dos menores.