El sindicato CCOO Madrid, a través de un extenso y detallado informe de 340 páginas, ha denunciado el «nuevo golpe! por parte del Gobierno regional de Ayuso a la enseñanza pública en Madrid con el «recorte de 5.350 plazas» de Infantil a Bachillerato para el próximo curso.
CCOO Madrid señala la «evidencia» de que la presidenta Isabel Díaz Ayuso «tiene una estrategia perfectamente pensada para dirigir la demanda de las familias madrileñas hacia los centros concertados y privados». “Vamos a pagar muy caro esta política educativa infame del Partido Popular, que se va a traducir en mayor segregación escolar, mayor desigualdad y menor cohesión social”, vaticina la secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, cuyo equipo lleva meses recopilando datos para elaborar una radiografía «lo más nítida posible» de la situación de la enseñanza pública madrileña en este momento y, sobre todo, poder visualizar con un trabajo de campo hacia dónde se encamina.
«Menos plazas en los pueblos de la sierra»
“Lo que revela este diagnóstico es muy preocupante”, advierte la responsable sindical. “El recorte de miles de plazas muestra a las claras que la política educativa del Gobierno de Madrid actúa al margen de las necesidades de la ciudadanía porque se ha realizado antes de conocer la demanda real de los centros. Es gravísimo”, subraya Galvín.
Efectivamente, si hasta el 7 de julio «no termina el proceso de matriculación, que se desarrolla en forma escalonada, no se entiende que a los centros se les enviará la previsión de plazas y de personal a finales de marzo, con el proceso de matriculación aún no empezado«. “Es una grave vulneración del derecho de los padres y madres a elegir qué sistema educativo prefieren para sus hijos e hijas. A muchas familias no les queda otra que matricular sus hijos e hijas fuera de la escuela pública, a pesar de que ésta sea su primera opción”.
Infantil y Primaria pierden 172 aulas
El informe de CCOO constata que sólo en Infantil y Primaria 3.887 niños no tendrán cabida en la escuela pública. Sumando 1.463 alumnos y alumnas más en las etapas siguientes. Madrid capital es la Dirección de Área Territorial (DAT) más afectada. Se eliminan un total de 2.889 plazas en los centros públicos. En la DAT Este se pierden 1829 plazas. En las otras tres DAT -Oeste, Norte y Sur- la oferta aumenta ligeramente, pero se pierden plazas en los pueblos más alejados de la sierra, «lo que refuerza la dinámica de perder servicios en las zonas que se enmarcan, y cada vez más, en la España vaciada«.
En cuanto al número de aulas, se suprimen 1.142 y se crean 1.454. Es decir, hay un balance positivo. Sin embargo, en Primaria e Infantil hay una pérdida de 172 aulas. En Secundaria y Bachillerato hay un aumento de 354 aulas, con lo que va a ser necesario un incremento de 596 profesores y profesoras. “Esto tiene que ver con el descenso de la ratio en 1º de la ESO, que es de obligado cumplimiento para los centros públicos y para lo que se ha dado una moratoria a los centros concertados. Algo que se acabará traduciendo, como ha ocurrido en Infantil y Primaria: la reducción de la oferta pública”.
Bachillerato, 1.741 plazas menos
En cuanto a Bachillerato, se cierran 60,8 unidades en el conjunto de la Comunidad de Madrid, lo que supone una pérdida de, al menos, 1.741 plazas, es decir, un 33% del total de las plazas recortadas. Particularmente, la DAT de Madrid Capital ha perdido 1.537 plazas (el 53% del total de plazas perdidas en esta zona). En la Sur se han suprimido 446 plazas y en la Este 1.005, (el 55% de las plazas que se han suprimido en esta zona).
«Dicho recorte se acumula al que se ha venido haciendo en los últimos cursos, a pesar de que la demanda sin cubrir en estos últimos cuatro años supera las 10.000, lo que ha tenido consecuencias: por una parte, desviación de demanda a la educación concertada, y por otra, el abandono de estos estudios por parte de aquel alumnado que no puede permitirse estudiar Bachillerato en un centro privado, con el retroceso que esto conlleva en igualdad de oportunidades en Madrid”, indica Galvín: “es evidente que esta manera de proceder es complementaria a la concesión del “cheque bachillerato”. Este año, además, «se han ampliado en número y se ha adelantado el plazo de solicitud para impulsar la competencia entre centros”.
«Al tiempo que las familias se encuentran con el recorte de plazas públicas se les ofrece el señuelo de estas ayudas, que no están al alcance de la mayoría porque no cubren una buena parte del altísimo coste de estos estudios en centros privados«, expone. “Es un retroceso gravísimo en términos democráticos porque la mayoría de las familias sin plazas públicas no podrán financiar los estudios de bachillerato de sus hijos e hijas”, alerta Galvín.
“Las familias no pueden elegir”
“Nuestro estudio -resume Isabel Galvín- demuestra que las familias no pueden elegir libremente, como se empeña en mantener Ayuso. Está engañando a la ciudadanía. Es su Consejería de Educación la que crea y dirige la demanda hacia los centros concertados y privados, destruyendo año tras año la oferta pública y vulnerando la libertad de educación consagrada en la Constitución española”.