La Comunidad de Madrid estrenará a finales de este año el intercambiador de transporte de Valdebebas, que conectará la futura prolongación de la línea 11 de Metro, los autobuses urbanos 171 y 174 y la línea C-1 de Cercanías Renfe, así como otros medios como coches eléctricos –que dispondrán de un aparcamiento con recarga–, bicicletas y patinetes eléctricos.
El consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, ha comprobado hoy el estado de las obras, con una inversión de más de 30 millones de euros del Gobierno regional, una superficie de casi 7.000 metros cuadrados, y ha asegurado que con este nuevo servicio público “continuaremos promocionando el uso del transporte público, reduciendo la huella de carbono, lo que demuestra el compromiso del Gobierno por una movilidad sostenible”.
Esta infraestructura beneficiará a los miles de vecinos que residen en el barrio, los casi 35.000 usuarios que acudirán diariamente a la futura Ciudad de la Justicia y al personal médico y de servicios que trabaja en el Hospital público Enfermera Isabel Zendal, próximos ambos a las instalaciones.
El edificio está ubicado en una parcela de 25.430 metros cuadrados, tendrá dos plantas, 4 ascensores y 2 escaleras mecánicas, así como 14 locales comerciales. Además, una gran plaza anexa con espacio recreativo de 17.000 metros cuadrados estará flanqueado por zonas verdes. A todo ello se suma un aparcamiento disuasorio de alrededor de 900 metros cuadrados, con estaciones de recarga para vehículos eléctricos, dos dársenas de autobuses y un carril para taxi.
Cuando finalicen los trabajos de construcción del intercambiador se habrán excavado más de 20.500 m³ de tierra, se habrán utilizado casi 35.000 en la fase de relleno y 1.700 toneladas de acero para completar la obra.
Autoconsumo e instalaciones
Las nuevas instalaciones tendrán una cubierta de estructura singular, en forma de 17 paraguas invertidos de alturas variables y de acero (10 exteriores y 7 interiores), con una altura equivalente a un edificio de 5 plantas. El aislamiento del revestimiento ayudará a reducir la demanda de calefacción y refrigeración.
La nueva infraestructura contará con una instalación de energía solar fotovoltaica de autoconsumo con excedentes, mediante captadores situados sobre marquesinas en el exterior del recinto, donde se instalarán 135 placas solares. Con ello se calcula que se podrá cubrir alrededor del 20% de la demanda primaria con energía de origen renovable y ahorrar 32 toneladas anuales de CO2 en emisiones de efecto invernadero.
Esta instalación se une a los cinco intercambiadores que ya funcionan en la capital (Plaza Castilla, Príncipe Pío, Moncloa, Avenida de América y Plaza Elíptica), que llegarán a nueve cuando entren en funcionamiento los de Conde de Casal, Legazpi y Chamartín.