Los vecinos de los barrios del distrito madrileño de Latina se manifiestan este sábado, 28 de enero, ante un nuevo intento de instalar un cantón de limpieza y por la «pavimentación» del Parque Aluche, corazón de esta zona del suroeste de Madrid.
La primera de ellas será a partir de las 11:30 horas en el Parque Sinfonía (C/ Sinfonía 11). Los vecinos del barrio de Cuatro Vientos denuncian el intento continuado del Ayuntamiento de Madrid de instalar dos cantones de limpieza en su barrio, uno de ellos sirviente de otros distritos ajenos y alejados de Latina como son Centro, Chamberí y Tetuán.
Tras las reubicaciones previas y la celebración de dos Plenos de Distrito (14 de Diciembre de 2022 y 11 de Enero de 2023), en que por mayoría política se aprobó una nueva reubicación desde la Calle del Poema Sinfónico y la creación de un parque urbano con zonas de esparcimiento para mayores y perros, el Consistorio ha dado inicio a las obras, motivo por el que los vecinos organizan estas movilizaciones.
La rocambolesca historia de este cantón que va provocando la indignación vecinal de los residentes en la zona comenzó en el año 2021 cuando el Ayuntamiento anunció la instalación del mismo en la Carretera Barrio de la Fortuna, a apenas 50 metros de un bloque de vecinos. Tras las protestas, el Consistorio decidió reubicarlo en la calle Poema Sinfónico, de nuevo, a pocos metros de edificios de viviendas y en una zona de gran afluencia comercial. Otra vez comenzaron las protestas vecinales que, una vez más, lograron paralizar el proyecto: en la Junta Municipal del 14 de diciembre el Grupo Municipal Socialista (PSOE), junto con la Asociación de Vecinos y Consumidores de Las Águilas presentaron la propuesta de reubicación del cantón fuera del barrio; propuesta que fue aprobada por mayoría política.
Sin embargo, la paz para los afectados fue breve pues, para su sorpresa, pocos días más tarde, el 19 de diciembre aparecieron por la mañana una serie de maquinarias para iniciar estas obras del cantón apenas unos metros más allá del lugar inicial, en una parcela vecina. En esta ocasión, además, la parcela concreta escogida es un lugar tremendamente popular, ya que sirve de punto de encuentro a cientos de propietarios de perros –algunos venidos desde otros barrios de Madrid- que se reúnen aquí con sus mascotas.
Una parcela que, además, está calificada para uso deportivo, en la que se está realizando un cambio de uso sin información pública, y que se encuentra dentro de un área urbana clasificada como “Zona residencial” según el Mapa de Zonificación Acústica del Municipio de Madrid. Y una parcela que ha sido una zona tradicional de recreo durante años para mayores en sus paseos, y para numerosos propietarios de animales que en ella disfrutan de un entorno cerrado, sano y verde sin riesgos para sus mascotas, lo cual ha fomentado tremendamente la socialización.
Reiniciadas las movilizaciones por parte de los vecinos, el tema fue llevado de nuevo al Pleno municipal del pasado 11 de enero, donde se presentó otra nueva proposición para paralizar las obras. La segunda propuesta presentada incluye además y literalmente “cumplir las propuestas de reubicación aprobadas en el anterior pleno, retirar el hormigón vertido en la parcela de dotación deportiva, y crear en la misma una instalación deportiva o un parque urbano, dotado con una zona de esparcimiento para personas mayores y zona de esparcimiento canino, dado el uso que de forma natural se ha implantado en esa parcela, todo con el objetivo de no perjudicar la calidad de vida y seguridad del vecindario del barrio de Cuatro Vientos”. Dicha propuesta fue nueva e igualmente aprobada por mayoría política.
Continúan las obras pese a la doble aprobación municipal
Pese a la doble aprobación enJjunta, las obras en el cantón han continuado y siguen hasta el momento, por lo cual vecinos y las plataformas del barrio, siguen organizándose para realizar movilizaciones y actos mediáticos, para conseguir la detención definitiva de las mismas, y para hacer cumplir por tanto lo que se ha aprobado nada menos que en dos plenos municipales. De la escasa información que tienen los vecinos se sabe, además, que el cantón de maquinaria no sólo daría servicio al distrito de Latina, sino a otros distritos ajenos, concretamente, a Centro, Tetuán y Chamberí.
Los afectados recuerdan que un cantón de limpieza para el barrio supone un punto de malos olores, contaminación lumínica y ruidos permanentes, incluso en la madrugada, al igual que ocurre en otros cantones como en las Calles María Odiaga y Aquitania. Que la zona, -de gran afluencia, porque a la misma acuden, mayormente andando, quienes vienen comprar a los grandes comercios que aquí se encuentran (muchos de ellos, personas mayores del Barrio de Las Águilas o de San Ignacio, que se acercan con sus carros de la compra)- se llenará de camiones y vehículos industriales, con el peligro que ello conlleva. Que, además, afectará también a los comercios que se ubican alrededor, e incluso a dos restaurantes con terraza externa, que están a escasos metros del mismo (¿Cómo vas a comer hamburguesa a veinte metros de las maquinarias de basuras?). Y que inevitablemente, repercutirá en el empeoramiento de calidad de toda la zona próxima y aledaña y en la desvalorización de todos los edificios, locales y viviendas cercanos, y no tan cercanos.
Igualmente, recuerdan al Consistorio que, según el mapa de Zonificación Acústica de la Ciudad de Madrid, las parcelas en las que el Ayuntamiento insiste en construir el cantón son clasificadas como “zona residencial”. Y por supuesto, que la reubicación definitiva del cantón ha sido ya aprobada mayoritariamente nada menos que en dos plenos municipales, en uno de los cuales, además, también se ha aprobado destinar estas parcelas a un parque para disfrute especial de los mayores y los peludos del barrio.
En los debates municipales se han ofrecido (entre otras alternativas) alquilar naves en la zona industrial de la carretera de la Fortuna (junto a la factoría Nissan) para reubicar los cantones, donde máquinas y operarios de limpieza podrían interactuar sin ninguna molestia para los vecinos. Otra opción aportada sería ubicar el cantón junto a la protectora de animales de La Fortuna y la M40, zona donde no hay residencias de vecinos, o aprovechar las actuales obras que se llevan a cabo en el entorno del metro y cercanías de Cuatro Vientos (un lugar totalmente deshabitado), para ubicar allí estas instalaciones, ahora que la zona está en plena reconstrucción.
Entre las acciones que los vecinos afectados preparan para conseguir la detención de las obras, se encuentra una gran concentración este sábado, 28 de enero, con la participación de los vecinos y las asociaciones de la zona, y donde tendrán protagonismo los mayores y las mascotas del barrio, que serán los principales afectados ya que el Ayuntamiento, -en contra de todo lo aprobado en Junta-, sigue empecinado en quitarles su zona de esparcimiento.
«Pavimentación» del Parque Aluche
A las 12:00 horas los vecinos se han dado cita para protestar contra las obras de remodelación del parque de Aluche. La semana pasada, colectivos ecologistas y organizaciones vecinales comprobaron con indignación como gran parte de los suelos naturales del parque fueron sustituidos por zahorras compactadas.
Las obras que se está llevando a cabo afectan a algo más de una tercio de las 15,96 hectáreas del parque y consisten, según el proyecto de “Mejora del Parque Aluche y creación de un área de juegos inclusivos”, con un presupuesto de 570.101,97 euros, en pavimentar, mediante el uso de zahorra artificial, eliminando alcorques, zonas verdes y suelo natural.
El uso tan amplio de la zahorra se debe a que se le atribuyen varias cualidades: Es un material relativamente económico, tiene gran versatilidad, es sencillo trabajarla, no hay dificultad para obrar con ella, ya que sólo es necesario saber su granulometría y humectación para una aplicación correcta, su mantenimiento es sencillo, y además tiene una compactación elevada. Todas estas ventajas hacen que las empresas y licitadores de obras le salga rentable su uso. Prefieren abaratar costes que realizar un tipo de jardinería más natural y ecológica, que sale algo más cara, pues requiere de la aplicación de nuevas técnicas de actuación, más horas de trabajo y más personal en plantilla.
El Ayuntamiento de Madrid defiende la operación alegando que el uso de dichas zahorras mejorará el drenaje de agua impidiendo la formación de charcos y barro en superficie. «Existen serias dudas ante este hecho, dado que el sustrato comprimido contribuye al sellado del suelo. Esto además ejemplifica la razón por la que se están realizando estas obras, que no buscan la mejora del parque como área ajardinada, sino facilitar el mantenimiento del mismo ante la acumulación de aguas pluviales», denuncian los convocantes: Asociación de Vecinos de Aluche, Entorno Meaques Retamares, Mesa del Árbol de Carabanchel, Salvemos la Casa de Campo, TREPA (Trabajadores especializados en Poda y Arboricultura) ARBA (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono) Arriba las Ramas, GRAMA (Grupo de Acción para el Medio Ambiente) y Ecologistas en Acción de Madrid.
Las organizaciones reclaman que «una zona verde debe pensarse siempre como espacio naturalizado, en convivencia con actividades recreativas, pero no sólo como superficie transitable hermética». La solución para impedir la formación de barrizales «debe basarse en la renaturalización del área, con el uso de plantaciones que cubran el suelo empobrecido, fijando el terreno y contribuyendo al intercambio de nutrientes con el subsuelo, regenerándolo y facilitando la infiltración de agua natural».
Por ello defienden que «otro tipo de jardinería es posible y deseable y demandan que todas las deficiencias que expuestas sean subsanadas, así como que se empiece a desarrollar un estilo de jardinería más natural y ecológica, eliminando los máximos elementos artificiales que se puedan de ella para que haya una conexión con el campo dentro de la ciudad».