La Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) vuelve a la calle 12 días después de su última marcha para protestar de nuevo contra la intención del Gobierno regional de aprobar un nuevo Reglamento que pretende imponer el gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso, que supondría «el fin de derechos fundamentales» como los días de libranza de los trabajadores del sector o el máximo de horas de trabajo diarias.
Lo harán el próximo martes, 24 de enero, en una marcha pacífica que comenzará a las 12:00 horas en Plaza de Castilla y se extenderá por los carriles centrales de la Castellana y Raimundo Fernández Villaverde, hasta llegar a la sede de la Consejería de Transportes, en la calle Maudes, sobre las 14:00 horas. De nuevo, se prevé que más de 6.000 taxis tiñan las calles de blanco.
En este sentido, el presidente de la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, que considera las intenciones de la Comunidad de Madrid “una regresión total de todos los derechos conseguidos durante décadas”, ha recordado que “la amplia mayoría del sector votó, en un referéndum el pasado mes de noviembre, en contra de esta liberalización de horarios, que solo fomentará una reducción de los derechos de los trabajadores y, en consecuencia, inevitablemente una disminución de los estándares de calidad del servicio”.
Y es que, a su juicio, la Comunidad de Madrid ha demostrado en reiteradas ocasiones que no trabaja por mejorar la situación del taxi ni la ciudadanía, sino por y para los intereses de las plataformas de VTC, que todavía siguen sin regulación ni, por supuesto, régimen sancionador. “Prueba de ello es la creación de este nuevo reglamento cuando cuentan con uno de 2019 avalado por el Tribunal Supremo. Estamos haciendo una alfombra roja y un traje a medida para aquellas plataformas o empresas que quieran a corto plazo erradicar el taxi de Madrid”, ha asegurado.
Así, se ha referido precisamente a la importancia de poner a los usuarios en el centro pues, según ha aseverado, “los políticos son efímeros pero el taxi queda, y con él, el daño que se le haga como servicio público”.
Por último, los taxistas recuerdan que la Comunidad de Madrid ha incumplido su palabra al olvidar los doce puntos tratados en la última reunión con el sector y avisan de que “la negativa de la inmensa mayoría del colectivo a la imposición de este nuevo reglamento no tendrá final, pues es un atentado contra los derechos de miles de familias y autónomos y de la ciudadanía”, ha añadido.
“Esta protesta es un tanto atípica porque no pedimos mejoras económicas, solo queremos seguir prestando nuestro servicio como venimos haciendo en las últimas décadas, con garantía, calidad y profesionalidad”, ha concluido Sanz.