Marcha reivindicativa este sábado ante la prohibición de circular por la M-30 a vehículos sin etiqueta ambiental

Gacetín Madrid

La Plataforma de Vehículos Afectados por la Movilidad en España ha convocado para este sábado, 31 de diciembre, una nueva marcha reivindicativa motorizada en Madrid por la movilidad de los vehículos sin etiqueta ambiental, que desde el 1 de enero tendrán prohibida la circulación por la M-30 e interior.

La entrada en funcionamiento de la nueva fase de la Zona de Bajas Emisiones “Madrid ZBE” (Madrid Total) supone que desde este domingo, 455.000 turismos de residentes en la Comunidad de Madrid, además de no poder circular en las calles dentro de la M-30 por no tener pegatina de la DGT, tampoco podrán circular por la propia M-30, una de las principales vías de comunicación del municipio.

«Esto supone realizar una triple discriminación en los criterios de acceso y circulación: entre propietarios de turismos y de otros vehículos; entre personas que pagan el IVTM en un municipio y los que no lo pagan; y en función de la antigüedad del vehículo», denuncian.

Según datos del Ayuntamiento de Madrid, los vehículos sin distintivo ambiental de fuera de la capital propiedad de residentes en la Comunidad de Madrid que entran diariamente en la ciudad representan, de media, el 30%, y otro 14% corresponde a residentes en otras comunidades.

La importancia de la M-30 para los habitantes de Madrid y sus visitantes «radica en que es la autopista con la mayor intensidad de tráfico de España, una vía de comunicación rápida de norte a sur y de este a oeste, por la abundancia de entradas y salidas a la vía; así como también porque parte de su recorrido se hace de forma subterránea, por debajo del río Manzanares, con una intensidad de circulación media de más de trescientos mil vehículos diarios, lo que la convierte en la vía más transitada de España».

A pesar de que la Calle 30 sea hoy en día una vía urbana por la transmisión de la titularidad por parte del Estado, «es necesario tener en cuenta que, a efectos de la legislación autonómica, tiene la consideración de estructura viaria integrada en la Red Viaria de la Comunidad de Madrid, por lo que toda medida adoptada en dicha calle afecta a la totalidad de municipios colindantes», inciden.

Todos estos vehículos, critican, «se van a derivar a vías urbanas como Arturo Soria o autovías como la M-40 o M-50 aumentando el tráfico y los atascos, y por tanto provocando más contaminación, más kilómetros recorridos para llegar al destino y más gasto en combustible, todo dentro de una situación de inflación y crisis económica donde muchas familias no pueden renovar su vehículo».

«Es interesante recordar que los vehículos son de personas, que muchas viven fuera de núcleos urbanos y necesitan ir a trabajar», exponen. «No todo el mundo puede ir a trabajar en transporte público porque no todo el mundo vive en lugares con autobuses, Metro o Cercanías a una distancia y con horarios razonables, y el plan de crear aparcamientos disuasorios en la periferia por parte del Ayuntamiento gobernado por el Alcalde que iba a acabar con Madrid Central y eliminar las restricciones ha quedado paralizado», concluyen.

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