La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid (PP y Ciudadanos) ha acordado prorrogar el presupuesto de este año tras la imposibilidad de contar con apoyos suficientes para sacar adelante las cuentas que el equipo de Gobierno había elaborado para el año 2023, tras el ‘no’ de Más Madrid, PSOE, Vox y Grupo Mixto.
La negativa de Vox a negociar, a pesar de las numerosas peticiones por parte del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, se ha producido por la «línea roja» impuesta que era levantar restricciones para circular a todo tipo de vehículos por el distrito Centro, concretamente por el antiguo ‘Madrid Central’.
Una vez acordada esta medida, las cuentas partirán de un crédito inicial aproximado de 5.540 millones de euros, 162 millones menos que lo proyectado para este año, que, además, se verá ajustado a la baja por servicios o programas que ya hayan finalizado. Esta será una de las principales consecuencias de no aprobar el presupuesto para el próximo año y tener que prorrogar el vigente, tal y como se refleja en el informe presentado por la delegada de Hacienda y Personal, Engracia Hidalgo, en la Junta de Gobierno celebrada este jueves.
El informe recoge que al crédito inicialmente prorrogado habrá que descontar importantes inversiones que finalizan en 2022 y que, por tanto, ya no se incluirán en el crédito global como, por ejemplo, los 24,9 millones para la finalización de las obras de ejecución del Nudo Norte; 3,6 millones del Centro Cultural Bellavista, o los 3,5 millones del Centro de Mayores de la Calle Panamá, entre otras muchas obras.
Asimismo, el próximo año habrá que ejecutar una parte importante de gastos que ya están comprometidos, entre otros, los 159 millones de euros del capítulo 1 de gastos de personal, donde se incluye la subida salarial de los empleados públicos, la incorporación de nuevos efectivos y los convenios colectivos para mejorar las condiciones del personal o los 253 millones del servicio de recogida de residuos. Unos gastos, que comprometen y condicionan las posibles nuevas inversiones.
Sin rebaja de impuestos, penalización de fondos europeos
Una de las consecuencias que más se dejará sentir en los bolsillos de los madrileños de prorrogarse el presupuesto será la no bajada del tipo general del IBI al mínimo legal del 0,4 %, medida que beneficiaría a 2,2 millones de recibos y que supondría un ahorro de más de 121 millones de euros. Además, tampoco se podrán prorrogar las bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas por inicio de actividad y generación de empleo, entre otras medidas contempladas en el proyecto de ordenanzas fiscales.
Asimismo, la no aprobación del presupuesto penalizaría la recepción de fondos europeos. La prórroga del presupuesto complicará seriamente la capacidad del Ayuntamiento para acceder a los fondos Next Generation. La normativa comunitaria exige que los gastos financiados deben estar comprometidos antes de finalizar 2023, lo que implica adjudicar los contratos públicos antes de esta fecha. Por tanto, el principal criterio para valorar su elegibilidad como financiables y en el que vienen insistiendo en todas las convocatorias es contar con un elevado grado de madurez, cuyo principal indicador es disponer de una dotación presupuestaria que permita la inmediata iniciación del procedimiento de contratación pública.
Al no aprobarse el presupuesto municipal, muchos de estos proyectos quedarán sin cobertura presupuestaria, lo que pondrá en riesgo la recepción de fondos de dos maneras: estará en peligro la selección de estos proyectos como elegibles, al cuestionarse que cuenten con madurez suficiente y en el caso de que se concediesen los fondos europeos, se comprometerá la posibilidad de adjudicar los contratos y completar su ejecución en los plazos establecidos, lo que conllevará la obligación de devolver los fondos que se hubiesen recibido.
Esta situación afectará de forma inmediata a los más de 70 proyectos cuya financiación ha sido ya incluida en el proyecto de presupuesto municipal y que se estima podrían captar 200 millones de euros procedentes de los fondos europeos. Pero el daño a las cuentas municipales sería mayor, ya que impactará en todos los proyectos que pudieran presentarse a las convocatorias que se saquen durante 2023. Por ejemplo, la adquisición por parte de la EMT de 255 autobuses eléctricos, de gas y de pila que serán financiados en parte con fondos europeos.
Nuevos equipamientos
Otra de las consecuencias que más se dejará sentir de no aprobarse el presupuesto es que se verá comprometida la construcción de más de una treintena de nuevos equipamientos, así como la posibilidad de comprometer el inicio o concluir obras proyectadas para continuar transformando la ciudad. En concreto, la construcción de 11 bibliotecas y centros culturales en Fuencarral-El Pardo, Hortaleza, Carabanchel, Usera, Vicálvaro, Villaverde y Villa de Vallecas; ocho equipamientos de Seguridad y Emergencias (bases de SAMUR, unidades integrales de Policía y un centro de salud municipal comunitaria) en Arganzuela, Moncloa-Aravaca, Hortaleza, Chamartín, Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, Carabanchel, Moratalaz, Villa de Vallecas y Vicálvaro.
Correrán la misma suerte ocho centros de atención social (siete centros de mayores, una casa familias) en Arganzuela, Retiro, Fuencarral-El Pardo, Latina, Ciudad Lineal y Villa de Vallecas; siete escuelas infantiles en Centro, Villa de Vallecas, Vicálvaro, San Blas-Canillejas, Retiro, Tetuán y Usera; cuatro instalaciones deportivas básicas en Centro, San Blas-Canillejas, Tetuán y Barajas o una escuela de música en Puente de Vallecas.
También, nuevos proyectos de ciudad como la reforma del paseo de Santa María de la Cabeza o el comienzo de las obras en el eje Prado-Recoletos y se verán seriamente comprometidas otras como la reforma del eje Doctor Esquerdo-Pedro Bosch, la cubrición de la M-30 a su paso por el Vicente Calderón o la reurbanización de ocho plazas de barrio.
En definitiva, se verían afectadas y comprometidas prácticamente la totalidad de las nuevas inversiones del presupuesto, ya que haría falta cubrir las insuficiencias de gasto corriente comprometidas mediante contratos, un problema que se extendería a los distritos, que no podrían incrementar su presupuesto el 3 %. En concreto, los nueve distritos SURES (Carabanchel, Latina, Moratalaz, Puente de Vallecas, San Blas-Canillejas, Usera, Vicálvaro, Villa de Vallecas y Villaverde) verían reducido su presupuesto en 8,2 millones de euros.
El incremento del gasto social, comprometido
Asimismo, el incremento del gasto social previsto para el próximo ejercicio también se verá afectado. El aumento del 7 % proyectado para situarse por encima de los 1.100 millones no se podría realizar, lo que implicaría, entre otras medidas, que no se podría elevar el umbral de la Tarjeta Familias hasta los 2.000 euros para sus perceptores.
Esta contención del gasto social impedirá la ampliación de 1,3 millones de euros del programa ‘Quedamos al salir de clase’ que organiza actividades en horario extraescolar para facilitar la conciliación familiar. También afectará al incremento de más de un millón de euros destinado a becas infantiles, de 3,3 a 4,4 millones.
Además, decaerán subvenciones muy importantes a nivel social, lo que implicará dejar de atender a un número de beneficiarios superior a 35.000 niños y adolescentes en actuaciones de apoyo educativo, ocio saludable o campamentos de integración, entre otras; a más de 250 familias vulnerables para alojamientos y acompañamiento social, y a otras 17.000 personas en riesgo de exclusión para comedores, acompañamiento social, etc.
Por otra parte, para 2023, la Agencia para el Empleo preveía un incremento del 146% del presupuesto destinado al diseño de los servicios de orientación, cursos y talleres de formación, bolsa de empleo, apoyo al autoempleo, entre otros, en los distritos del sur y del este de la ciudad, que tampoco será posible.
Imposibilidad de implantar nuevos servicios
Otra de las consecuencias de la prórroga es la no implantación de nuevos servicios para la ciudad. Se verá comprometida la expansión de BiciMAD a todos los distritos de la ciudad por importe de 45 millones de euros o la ejecución del primer carril Bus Rapid que uniría Valdebebas, Sanchinarro y Las Tablas, con una inversión de 10 millones de euros. Lo mismo ocurriría con el nuevo contrato de parques históricos y viveros que cuenta con un incremento para 2023 superior al 40 % para mejorar el cuidado de los parques singulares.
Por último, algunos proyectos culturales tendrían muy complicado ver la luz en 2023: desaparecerían las subvenciones nominativas al Teatro Real, Museo del Prado o Real Academia de la Lengua. Tampoco se podría llevar a cabo la apertura del Teatro Daoiz y Velarde.