El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la concejala del distrito de Arganzuela, Cayetana Hernández de la Riva, ha comprobado el resultado de las obras de reforma integral del parque de la Chimenea, un “lugar emblemático dentro de Arganzuela”, ubicado en el barrio de Acacias y que, según ha explicado, es “una de esas actuaciones que mejoran considerablemente la ciudad, los barrios, el espacio público y aumentan la calidad de vida”.
Esta intervención, que comenzó el pasado mes de abril, ha contado con un presupuesto de 619.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses. Con ella se ven atendidas las reiteradas demandas vecinales para que esta zona verde del distrito se revitalice y pueda ser aprovechada por todos los usuarios.
Arganzuela cuenta así con “un parque completamente renovado con mejoras en el ámbito de la accesibilidad y seguridad para los residentes”, ha explicado el alcalde. El parque de la Chimenea, también conocido como el jardín del Rastro o parque del Gasómetro, cuenta con una superficie de 8.950 m2 .
Nuevos equipamientos
En este espacio se han construido nuevas áreas infantiles, caninas y estanciales. Los más pequeños cuentan con dos zonas de juegos con distintos elementos dependiendo de las edades y tipología de sus usuarios. Una de ellas, con una superficie de 146 m2, diseñada de forma irregular y pavimentada con arena de río. La segunda, con una superficie de 168 m2, está recubierta de caucho y dispone de distintos elementos de juego para los niños. Ambas se unen por un itinerario peatonal accesible y cuentan con elementos adaptados a niños con diferentes necesidades.
Los mayores también pueden disfrutar de un nuevo circuito bio-saludable situado en la nueva entrada noroeste del parque, donde se han instalado elementos en los que realizar ejercicios de gimnasia y mantenimiento que impulsan la vida sana y que suponen una alternativa de ocio para los veteranos del distrito.
Asimismo, se ha creado una zona canina ubicada en la plataforma central del parque, donde las mascotas podrán realizar ejercicio al tiempo que interactúan con sus propietarios, que cuenta con los siguientes elementos: valla de salto, túnel y rampa balancín.
Plantaciones y accesos
El jardín del Rastro se ubica a espaldas de la parroquia San León Magno y lo bordean la Ronda de Toledo, la calle del Gasómetro y la calle del concejal Benito Martín Lozano. El Ayuntamiento de Madrid ha mejorado sus diferentes accesos, con nuevas plantaciones y la instalación de redes de riego y de drenaje atendiendo a criterios de sostenibilidad.
En el diseño de las zonas ajardinadas se han seleccionado especies adaptadas a las condiciones climáticas de Madrid, con preferencia de aquellas que son autóctonas para una mejor preservación de la biodiversidad vegetal y que ponen en valor el patrimonio verde del distrito. Se han saneado las especies existentes y consolidadas, se han retirado las que estaban enfermas o tenían deficiencias estructurales u ornamentales y se han implementado con otras que aportan mayor colorido y estacionalidad.
Para dotar de una mayor accesibilidad al parque, se han habilitado nuevos puntos de entrada a través de rampas que cumplen la normativa de accesibilidad universal: uno desde Ronda de Toledo y otro en la esquina de la calle del Gasómetro con la calle del concejal Benito Martín Lozano. También desde Ronda de Toledo, se ha creado un nuevo punto de acceso que hace las veces de mirador y que cuenta con escaleras en curva, eliminando el muro que hacía las veces de almacén de utillaje de limpieza. Además, se ha instalado una valla perimetral que permite el cierre de las instalaciones en horario nocturno.
Por otra parte, se ha sustituido el pavimento impermeable existente por nuevos pavimentos permeables por junta que facilitan el drenaje de las aguas pluviales, evitando los encharcamientos y la erosión de los terrenos, lo que libera parte de la red de saneamiento convencional en las grandes avenidas pluviales.
Historia
La historia de este parque se remonta al año 1848, cuando el Ayuntamiento de Madrid cedió unos terrenos en las afueras de la Puerta de Toledo para la construcción de una fábrica de gas destinada al alumbrado de las calles de la ciudad. Junto a ese espacio, se instaló el Real Aeroclub de España, siendo la sede de sus operaciones el parque Aerostático conocido popularmente como parque del Gasómetro.
Estas instalaciones estaban ubicadas al lado de la fábrica de gas donde se alimentaban los globos aerostáticos y servía de lugar de encuentro para los madrileños que querían disfrutar de las exhibiciones, concursos y vuelos de este tipo de aeronaves.