Metro celebra Halloween convirtiendo la antigua estación de Chamberí en el Castillo de Drácula

Gacetín Madrid

La Comunidad de Madrid celebra Halloween convirtiendo la antigua estación de Metro de Chamberí, conocida como la estación fantasma, en el Castillo del Conde Drácula. Desde hoy y hasta el próximo día 31, este espacio museístico del suburbano acogerá obras de microteatro interactivo donde algunos personajes de la mítica novela -que este año cumple 125 años- y el mismo Bram Stoker -su autor- acompañarán al público en un viaje hacia los orígenes celtas de la celebración y hacia el mundo que conecta al escritor irlandés con los personajes de su novela.

Además, dado el éxito de la iniciativa, habrá un pase especial el día 1 de noviembre ya centrado en las leyendas que giran en torno a la estación fantasma de Chamberí, congelada en el tiempo desde 1966. La iniciativa, dirigida a mayores de 12 años, ha sido organizada por la Compañía Metropolitana en colaboración con la Oficina de Turismo de Irlanda y la embajada de Irlanda en España. El viceconsejero de Transportes e Infraestructuras, Carlos Díaz-Pache, así como el embajador de Irlanda, Frank Smyth, han asistido hoy a la presentación de la actividad.

“Un año más, Metro de Madrid se une a la celebración de Halloween con la que quiere acercar tanto a los más pequeños como a los mayores la historia del suburbano y, ya de paso, ofrecer a los visitantes una sesión terrorífica en la estación fantasma de Chamberí, que antiguamente formaba parte de la línea 1, una de las primeras que se inauguró en 1919», ha asegurado Díaz-Pache.

Las visitas se realizarán en varios pases con una duración aproximada de 40 minutos. El día 28 habrá sesiones desde las 16:00 a las 23:00 horas. Los días 29, 30 y 31, el horario será de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 23:00 horas. Para poder asistir, el pasado 21 de octubre Metro habilitó un espacio en la página web oficial www.metromadrid.es donde los interesados pudieron solicitar su plaza de manera gratuita.

Debido al gran éxito de la convocatoria, que agotó las entradas en poco tiempo, Metro de Madrid realizará un pase especial el día 1 de noviembre, en horario de 10:00 a 15:00 horas y de 16:00 a 22:00 horas, con una visita guiada a la estación de Chamberí, todavía decorada como el Castillo de Drácula, pero ya sin las piezas de microteatro.

Con ocasión de la celebración de Halloween, Metro también obsequiará a todos los asistentes a la actividad con unos tarjeteros conmemorativos en los que poder guardar sus Tarjetas de Transporte Público. Estos artículos también se repartirán durante estas fechas en las oficinas ubicadas en las tiendas oficiales del suburbano en las estaciones de Sol y Plaza de Castilla.

Esta no es la primera vez que la empresa ferroviaria celebra el fin de semana más terrorífico del año. Ya en 2019 y 2021 Chamberí se caracterizó con esqueletos, calabazas y arañas y un grupo de actores se encargó de hacer pasar un poco de miedo a todos los visitantes.

UN VIAJE AL PASADO

Entrar la estación de Chamberí es volver al Madrid de los años 50 y 60 tan solo bajando unos escalones. Pertenecía a la primera línea inaugurada en la capital en 1919 (L1), que contaba con ocho paradas: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (Iglesia), Chamberí, Bilbao, Tribunal, Gran Vía y Sol. Este es uno de los espacios museísticos de Metro más visitados de toda la red. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta parada, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.

El diseñador Antonio Palacios optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo. Para el interior eligió un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de este espacio, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.

Restaurada y abierta como museo en 2008, forma parte del proyecto Andén Cero, nombre que recibe el conjunto de los museos suburbanos, con los que se quiere sumergir al visitante en la historia de este medio de transporte revolucionario para la ciudad de Madrid.

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