Anoche, Kiko Veneno sorprendió al público asistente al Patio Central de Conde Duque con su actuación en Algo Inesperado, una de las citas más esperadas de Veranos de la Villa. El concierto sorpresa, que se desarrolla una noche al año y que se ha convertido en un formato estrella dentro de la programación del festival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, reúne a un público que acude a la cita sin conocer qué artista subirá al escenario hasta el mismo momento en el que empieza el espectáculo.
La noche comenzó con un auditorio expectante cuyo entusiasmo llegó a su apogeo en el momento en el que sonaron los primeros acordes de un sonido más que familiar que arrancó las ovaciones de un público que reconoció al instante el inconfundible estilo del artista invitado de esta edición. Veneno deleitó con temas tan conocidos como Memphis Blues, Hace calor, Veneno o Los tontos –última colaboración de Veneno con C. Tangana– que forman parte de la banda sonora de las últimas décadas.
El repertorio elegido por el artista y su banda viajó hasta el presente desde aquel lejano 1977, año en que empezó su carrera discográfica con el legendario disco Veneno, haciendo un repaso tanto de sus clásicos como Joselito, Sombrero roto o Mercedes Blanco, como de joyas semi ocultas de su trayectoria, para poner el broche de oro a la noche con el tema Volando Voy.
El concierto de ayer es uno de los muchos espectáculos musicales programados por el festival que se han podido escuchar en las noches de verano de la capital en un escenario de excepción como es el Patio Central del Centro Cultural Conde Duque.