El Ayuntamiento de Madrid abordará la adecuación y mejora de la Estación Regeneradora de Aguas Residuales (ERAR) de Rejas, en el distrito de San Blas-Canillejas, tras la declaración de toda la cuenca del río Jarama como zona sensible. Con esta actuación se reducirán los niveles de vertido de la estación al rio. Para ello, tal y como ha adelantado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, la Junta de Gobierno ha autorizado hoy el contrato mixto de redacción del proyecto y ejecución de las obras con un presupuesto de licitación de 72,5 millones de euros.
La ERAR de Rejas entró en funcionamiento en el año 1984, dentro del Plan de Saneamiento Integral de Madrid (PSIM), y fue diseñada para cumplir los límites de vertido en zona no sensible. La actual declaración de la totalidad de la cuenca del Jarama como zona sensible hace necesario llevar a cabo este acondicionamiento integral de sus instalaciones mediante una reforma integral de su tratamiento biológico.
Los trabajos, cuyo inicio tendrá lugar a finales de año, cuentan con un plazo de ejecución de 63 meses (3 meses para la redacción del proyecto y 60 meses para la culminación de la obra). Se actuará en la línea de aguas, línea de fangos y en la de biogás y se llevarán a cabo acciones e instalaciones complementarias.
De forma paralela a la redacción del proyecto de construcción, se llevarán a cabo estudios específicos sobre desodorización con el fin de determinar los sistemas más adecuados a instalar en función del caudal de aire y las características de los contaminantes. También se ofrecerá una solución óptima para garantizar la dispersión y dilución de los olores en el exterior, garantizando que no afecten a los límites de la planta y las zonas verdes cercanas. Enmarcado en estos estudios paralelos, también se encuentra un estudio acústico para comprobar los niveles sonoros emitidos por los equipos de la estación, así como la situación idónea de su aislamiento. También se realizará un estudio previo a las obras para conocer la contaminación del suelo.
La remodelación y adecuación de la estación se debe llevar a cabo con la instalación en funcionamiento. Esto supone que los trabajos que se ejecuten deben garantizar soluciones técnicas precisas para evitar cualquier incidencia en el proceso de depuración actual, a la vez que deben facilitar la explotación y el mantenimiento de la futura instalación.