Activistas convocados por la Fundación Igualdad Animal se han manifestado esta mañana de sábado, 14 de mayo, en la Plaza de Callao de Madrid para reclamar al Gobierno el compromiso de acabar con «la alimentación forzada a la que cada año en España son sometidos más de 1 millón de patos y ocas para producir Foie Gras». Una práctica contra la que ya ha firmado más de 73.000 personas.
La concentración realizada hoy en la capital forma parte de las acciones previstas dentro de la campaña internacional que ya se ha puesto en marcha también en países como Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos. «La alimentación forzada es una práctica especialmente cruel hacia los animales que ya está prohibida en 18 países pero que sigue siendo legal en España. Las imágenes están ahí, son pruebas que nos apelan directamente como sociedad y ante este terrible maltrato el Gobierno debe actuar» ha denunciado Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal.
El Foie gras es definido en el Reglamento de la UE como: «El hígado de la oca o de pato que haya sido cebado de tal manera que se produzca una hipertrofia celular adiposa del hígado. El hígado de pato tendrá un peso neto mínimo de 300 g, el de oca, un peso neto mínimo de 400 g»
Debido a esta norma y para que el hígado de estos animales crezca de manera anormal hasta alcanzar ese peso y ser considerado foie gras, los animales son sometidos a la tortura de la alimentación forzada. Por ello, Igualdad Animal reclama el cambio del Reglamento y la eliminación de los pesos mínimos para que los hígados sean considerados foie gras.
Desde Igualdad Animal denuncian que con 4 meses de vida los patos comienzan a sufrir la tortura de la alimentación forzada. Son alimentados mediante un tubo metálico de 30 cm durante quince días. Progresivamente van aumentando la dosis hasta alcanzar los 2 kilos de pasta de maíz al día; lo que sería equivalente a 12 kilos para una persona.
Durante este proceso «muchos sufren heridas en el esófago, infecciones y dificultades para respirar muriendo antes de las dos semanas». La alimentación forzada «convierte al hígado en un órgano completamente enfermo que alcanza hasta un peso 10 veces superior del que sería natural. La condición a la que se lleva a sus cuerpos es incompatible con la vida. Si no fuesen sacrificados morirían».
Su producción está prohibida en 18 países: Argentina, Austria, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Israel, Turquía, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Los Países Bajos y Reino Unido. En 2014, gracias a la campaña de Igualdad Animal, el Gobierno de India prohibió la importación de este producto, convirtiéndose en el primer país del mundo en tomar esta medida. En 2019 fue prohibido en California y la ciudad de Nueva York vetó su producción y venta.
Igualdad Animal ha documentado todas estas prácticas mediante investigaciones realizadas durante más de diez años en granjas y mataderos de España dedicados a la producción de foie gras. Actualmente ha puesto en marcha una campaña internacional de forma simultánea en Europa y Estados Unidos para lograr la prohibición de la alimentación forzada. Sara Sálamo, actriz y activista por los derechos de los animales, protagoniza y presta su voz al vídeo de la campaña en España.