El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado en el Pleno celebrado este martes en el Palacio de Cibeles el texto definitivo de la nueva Ordenanza de Licencias y Declaraciones Responsables Urbanísticas de Madrid (OLDRUM), elaborada por el Área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes y que en sus palabras «contribuirá a crear más actividad económica, servicios y oferta, así como a facilitar la rehabilitación del parque inmobiliario y la regeneración urbana en Madrid gracias a una mayor agilidad jurídica y de la tramitación».
Esta ordenanza, que nace «de la escucha activa y del diálogo con los diferentes agentes» e incorpora, además, una enmienda transaccional del Grupo Municipal Vox y varias enmiendas del Grupo Municipal Socialista (PSOE), da respuesta a una demanda histórica de los profesionales y de la sociedad.
“Ha llegado el día de hacer las paces, administrativamente hablando, entre el Ayuntamiento de Madrid y los ciudadanos, y de cumplir otra promesa electoral, la de aprobar una nueva Ordenanza de licencias que borre del mapa todo las complicaciones administrativas que lastran la actividad de emprender, de crear, de construir en nuestra ciudad”, ha destacado el concejal Mariano Fuentes, quien ha añadido que la ordenanza de licencias “es una pequeña gran revolución, la primera vez que apostamos por simplificar la normativa en vez de complejizarla, por adaptarnos a los tiempos de manera proactiva en lugar de esperar a que sea inevitable, por estar al lado y no enfrente de los ciudadanos”.
En la actualidad, son dos las ordenanzas que regulan las licencias: la Ordenanza Municipal de Tramitación de Licencias Urbanísticas (OMTLU, 2004), referida sobre todo a la edificación, y la Ordenanza para la Apertura de Actividades Económicas (OAAE, 2014), centrada en la implantación de actividades económicas. Sin embargo, en la práctica «se había puesto de manifiesto la necesidad de unificar estas normas en una única para dar un criterio homogéneo y mejorar la coordinación de los servicios municipales».
La nueva norma tiene 83 artículos, un 40% menos que las dos anteriores y se basa en los principios de «simplificación y eficacia, adapta los tiempos de la administración a los de la sociedad, mejora la disciplina urbanística, reduce trámites e incorpora novedades que mejorarán el funcionamiento de la ciudad». Entre ellas, destacan:
- Menos procesos y más simples. Se regulan como únicos procedimientos de control urbanístico el de licencia y el de declaración responsable. Se extiende la declaración responsable -hasta ahora limitada a las actividades económicas- a determinadas actuaciones en uso residencial para agilizar pequeñas obras y también para adaptar la ordenanza a la modificación de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, lo que servirá para la primera ocupación y funcionamiento en edificios de nueva construcción. En consecuencia, se mejora también la regulación de la declaración responsable para incrementar su eficacia.
- La licencia básica. Se crea la figura de la licencia básica para potenciar, activar y facilitar la actividad constructiva en las obras de nueva edificación. Este instrumento, además de dotar de agilidad al sistema, asegurará un control adecuado de los aspectos edificatorios esenciales en su conjunto. La licencia permitirá a los particulares comenzar las obras en el plazo de un mes, mientras se validan los demás aspectos del proyecto en la licencia general. Funciona como una licencia inicial dentro del proceso general.
- Eliminación de la ‘tasa invisible’: Gracias a la licencia básica, la nueva ordenanza elimina la ‘tasa invisible’, que es el sobrecoste que asume el inversor por el retraso administrativo en la tramitación de las licencias que demora la obra y la encarece, repercutiendo en el precio final de los pisos. Eliminar esta ‘tasa invisible’ reducirá en torno a un 3 % el precio de la vivienda.
- Licencias para actividades temporales. Se adapta la norma a las nuevas tendencias de la sociedad para permitir que en locales con licencia en vigor se puedan realizar actividades temporales, siempre que no afecten a las condiciones de seguridad, medioambientales, etc. También se establecen los requisitos para autorizar actividades temporales en espacios abiertos. Estas licencias temporales ofrecerán nuevas oportunidades de negocio y de desarrollo económico en la ciudad.
- Mejor información y disciplina. Se agiliza la respuesta municipal ante los incumplimientos de la normativa. La ordenanza facilita las cosas a aquellos ciudadanos que lo hacen bien, pero se lo pone más difícil a quienes se saltan las reglas del juego perjudicando a todos. Se mejora también el sistema de información y se potencia la tramitación electrónica.
Más colaboración público-privada
La nueva norma también refuerza la colaboración público-privada con un mayor papel de las entidades colaboradoras urbanísticas (ECU), que contarán con un reglamento específico, también aprobado en el Pleno.
En definitiva, inciden sus promotores, esta ordenanza «pretende recuperar la confianza de los ciudadanos en la administración después de años en los que han visto al Ayuntamiento como un obstáculo más que como un agente facilitador que les ayude en su día a día».
Las licencias ya se otorgan en la mitad de tiempo
La OLDRUM contribuirá a reducir aún más los plazos en la tramitación de licencias, una prioridad para el Área de Desarrollo Urbano desde el primer momento. En la actualidad, las licencias se otorgan en la mitad de tiempo que hace dos años.
Según el informe anual de la Agencia de Actividades, en el año 2021 entraron 1.282 solicitudes de licencias, un 9 % más que en el año anterior. En cuanto a los tiempos de tramitación, en 2021 se mejoraron con respecto al último año anterior a la pandemia (2019). Así, mientras en 2019 se tardaba de media 196 días en resolver los expedientes, en 2021 se ha pasado a 111 días.