Continúa la pelea de las asociaciones vecinales de la capital para que el Ayuntamiento de Madrid incluya a las zonas interbloque en sus contratos de limpieza. Después de que el pasado 17 de febrero la FRAVM pidiera la intervención del Defensor del Pueblo, este miércoles la Coordinadora de Entidades Ciudadanas de San Blas-Canillejas organiza una concentración ante su Junta Municipal. La protesta, “contra el abandono del Ayuntamiento”, comenzará a las 18:00 horas y coincidirá con la celebración del pleno mensual del distrito.
San Blas-Canillejas es uno de los distritos de Madrid que posee más zonas interbloque y también uno de los que acumulan más quejas vecinales por la falta de limpieza de estas áreas pero también por la suciedad y falta de mantenimiento de sus calles, plazas y zonas verdes. Barrios enteros como el Gran San Blas o la UVA de Canillejas, en los que residen decenas de miles de personas, forman parte de los 294 ámbitos interbloque excluidos de la limpieza ordinaria del Ayuntamiento. Hoy sus rincones acumulan todo tipo de basura, hojas y excrementos caninos.
Por ello, señalan, «no es de extrañar que sus asociaciones vecinales hayan sido las primeras en movilizarse para que el Consistorio asuma la conservación de estos espacios peatonales de uso público». La concentración de este miércoles llega precedida de siete asambleas informativas en la calle en las que han participado varios centenares de personas. Los actos han tenido lugar desde el último fin de semana de enero en las parcelas G, F y K del Gran San Blas, Simancas, el Polígono H, Canillejas y, la última, el pasado sábado, en la calle Montamarta.
Papeleras vecinales
Una de las quejas vecinales más sonoras tiene que ver con la retirada de papeleras realizada por el Ayuntamiento en algunas zonas interbloque, tanto de San Blas como de otros lugares de Madrid. En un interbloque de la avenida de Guadalajara, los vecinos , de manera espontánea, han suplido su ausencia instalando en su lugar cubos, cajas y papeleras de todo tipo traídas de sus casas. «La imaginación y el amor por el cuidado del barrio están supliendo un servicio que debería dar su Ayuntamiento», señalan.