El Museo del Traje reabre sus puertas tras 8 meses de obras. A partir de la tarde de este miércoles, 27 de octubre, el popular museo vuelve a acoger público ensus salas tras el cierre temporal durante el que se han acometido obras de mejora en el edificio para adaptarse a los requerimientos de la Inspección Técnica de Edificios (ITE).
La intervención del Ministerio de Cultura y Deporte, que comenzó el pasado 2 de marzo, ha afectado a fachadas, cubiertas y azoteas, con una inversión de 1.425.785,98 euros y una duración de 8 meses. A lo largo de este periodo, en que el Museo se ha visto afectado también por la pandemia provocada por el coronavirus, se ha trabajado en el estudio de la colección y en la conservación y documentación de las piezas; pero fundamentalmente, en la preparación de una nueva exposición permanente.
El renovado discurso expositivo hace hincapié en una mayor profundidad a la hora de abordar el contexto histórico social de las piezas de indumentaria expuestas. Además, se integra como nunca antes la variedad incomparable de las colecciones que conserva el Museo. Son más de 1000 las piezas que se podrán contemplar –más de la mitad, nunca antes expuestas–, de las que gran parte son fruto de las donaciones que la Institución ha recibido en los últimos años. Todo el equipo del Museo ha estado trabajando bajo la idea y el impulso principal del responsable de indumentaria del siglo XX del Museo del Traje, Juan Gutiérrez, que ha asumido la dirección de este proyecto colectivo.
Tras la reforma, el museo contará con unos espacios mejor adaptados a las necesidades de la institución. Los bienes culturales que componen la exposición permanente y toda la colección de la que es garante el Museo, continuará en el edificio, protegida en los almacenes. No será necesario ningún traslado de piezas al exterior.
El edificio del Museo del Traje fue diseñado en 1969 por los arquitectos Jaime López de Asiaín y Ángel Díaz Domínguez como sede del Museo Español de Arte Contemporáneo, creado en 1968 e inaugurado en terrenos de la Ciudad Universitaria en 1975. Situado en un entorno natural con un jardín de más de 25.000 m2, es uno de los primeros edificios destinado a museo de España.
Sus arquitectos, siguiendo las recomendaciones planteadas por el Congreso de Arquitectura de Museos celebrado en México en 1968, crearon un espacio neutro, flexible y transformable a través del uso de módulos en torno a los cuales organizar la exposición de la obra y su entorno, creando una continuidad integral del conjunto, que lo alejaba de manera intencionada de la arquitectura museológica tradicional. Su excepcional diseño fue reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura de 1969.
Desde su construcción, el edificio ha sido objeto de varias intervenciones de ampliación y renovación, entre las que destacan la del arquitecto Antonio Fernández Alba, quien en 1982 añadió al proyecto original tres salas para exposiciones temporales; la del equipo conformado por Darío Gazapo, Concha Lapayese y Ángel Luis Sousa, quienes rediseñaron los espacios exteriores; y el diseño de los espacios destinados a la exposición permanente del Museo del Traje, obra de Ginés Sánchez Hevia.