Agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional, que están investigando la brutal agresión homófoba del pasado domingo en Malasaña, cerca de la Plaza del 2 de Mayo en el centro de Madrid, han descartado que sus autores pertenezcan a una banda organizada o juvenil, como puedan ser las bandas latinas, o que se dediquen a la llamada ‘caza al gay’.
La treintena de agentes que trabajan en el caso están analizando las cámaras de seguridad de la zona, tanto de comercios como del Metro de Tribunal, y han comenzado a interrogar tanto a testigos presenciales como a vecinos para dar con los encapuchados. Sin embargo, aún no se ha conseguido ni pistas ni rostros fiables de los posibles autores.
También están estudiando las conexiones móviles realizadas en la zona y han interrogado en varias ocasiones al agredido, que descarta el haber sido amenazado o seguido o tener problemas serios con nadie. Es más, incide en no conocer a sus atacantes, aunque al portar pasamontañas, capuchas y mascarillas eran casi imposible de reconocer.
No obstante, los policías que analizan el caso mantienen abiertas diferentes líneas de investigación y no cierran la posibilidad de que exista alguna clase de conexión personal entre la víctima y los violentos, aunque en principio se elimina la posibilidad de que fuera un ajuste de cuentas. Los agentes están analizando las redes sociales del agredido por si hubiera escrito algún comentario que no hubiera gustado a los atacantes.
Fuentes de caso recalcan que ni la Policía Municipal ni Nacional tiene fichada ninguna banda o grupo organizado en Madrid que se dedique a la llamada ‘caza al gay’ o que guste de pegar palizas a miembros del colectivo LGTBI.
Los hechos ocurrieron sobre las 5 de la tarde del domingo, 5 de septiembre, a plena luz del día en el portal del piso donde reside la víctima, en el barrio de Malasaña, en el distrito madrileño de Centro. Según ha denunciado la víctima, un joven español de 20 años de edad, ocho individuos con sudaderas negras y con pasamontañas le asaltaron cuando regresaba a su domicilio y accedieron con él al portal.
Según relata, los agresores le cortaron el labio inferior con un cuchillo mientras le llamaban «maricón», «asqueroso» y «come-mierda». Posteriormente le agarraron, le tumbaron boca abajo en el suelo y, tras bajarle los pantalones, le marcaron la palabra «maricón» en uno de los glúteos con el cuchillo.
Además, el joven agredido ha expuesto a la Policía Nacional que los agresores hicieron referencia al «anticristo» durante el ataque. Finalmente dejaron al joven malherido tirado en el suelo y salieron corriendo. Por todo ello, los agentes de la Brigada Provincial de Información investigan lo sucedido como un presunto delito de odio, además de otros de lesiones.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido este martes que la capital es una «ciudad abierta» en la que «cualquier puede amar a quien quiera» y ha manifestado su «condena total y absoluta» a esta agresión, esperando que la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado «atrapen pronto a estos indeseables» y «caiga todo el peso de la Ley» sobre ellos.
Por su lado, el Movimiento Marika Madrid ha convocado una concentración para las 8 de la tarde de este miércoles en la Puerta del Sol contra las agresiones a las personas LGTBI. «Volvemos a sentir la rabia, la impotencia, las ganas de romperlo todo y de quemar. Os lo advertimos y os lo volvemos a repetir: tocan a une, respondemos todes», han expuesto en un comunicado.
