Desalojadas 442 fiestas ilegales este fin de semana en Madrid, récord desde el inicio de la pandemia

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La Policía Municipal de Madrid ha intervenido durante este fin de semana, entre la noche del viernes, 26 de febrero, y la madrugada de este lunes, 1 de marzo, un total de 442 fiestas ilegales, celebradas en domicilios particulares o en locales, 81 en la noche del viernes al sábado, 191 en la noche del sábado al domingo y 170 en la noche del domingo a este lunes.

Se trata del fin de semana con el mayor número de fiestas ilegales desde el inicio de la pandemia del coronavirus. El mayor número de fiestas identificadas y desalojadas se había alcanzado en la segunda semana de febrero con 418 y en la última de enero, con 400. La semana pasada se desmantelaron casi 300 de estas fiestas.

En algunas de estas fiestas ilegales se superaba la hora máxima de apertura mientras que en otras había un número de personas superior al permitido y no se usaban mascarillas ni otras medidas de seguridad frente al COVID-19. Desde la Policía Municipal han insistido en pedir a los madrileños «colaboración y responsabilidad».

Entre las intervenciones más relevantes cabe destacar el desalojo en la madrugada del domingo de una fiesta ilegal en un local del distrito madrileño de Villaverde, con música a alto volumen y DJ, en el que la Policía Municipal sorprendió a un total de 65 personas totalmente hacinadas.

Muchos de los asistentes eran jóvenes que no portaban mascarilla y que estaban bailando y consumiendo alcohol y droga mediante cachimbas, con un ambiente muy cargado por el vapor de estas.

Cuando la Policía Municipal irrumpió en el local, con la colaboración de la Policía Nacional, 23 de los asistentes huyeron a la carrera, por lo que tan solo se consiguió identificar y sancionar a 42 personas y se levantó un acta LEPAR contra el negocio por incumplimiento de la actividad.

Otra intervención se produjo en una nave en Villa de Vallecas sobra las 10 de la noche del sábado. Se identificaron 45 personas que estaban bailando, fumando y en algunos casos consumiendo sustancias estupefacientes.

Se les interpuso 90 denuncias por infracciones COVID, 45 por no respetar la distancia, 45 por no llevar mascarilla y 6 consumo por consumo de sustancias estupefacientes. Se intervinieron 12 gramos de sustancias polvorientas, 3 bolsitas de hachís y 8 cogollos de marihuana.

También fueron desalojados varios pisos en el distrito Centro, uno de ellos con 40 personas sin respetar las medidas anti COVID y en otra fiesta ilegal fue encontrada una madre con un su bebé de pocos meses.

En otra fiesta ilegal en Ciudad Lineal una joven de unos 20 años se descolgó desde un balcón de la cuarta planta del edificio hacia la tercera, intentando huir de los agentes, quedando enganchada en la parabólica. Finalmente tuvo que ser rescatada por uno de los policías empleando grilletes para atarla a la barandilla y que así no cayera al vacío, para posteriormente acceder saltando desde otra terraza arriesgando su propia vida.

También fue de especial relevancia el desalojo de un bar en Puente de Vallecas. Los hechos ocurrieron sobre las 00:30 horas del ya sábado en un local con los cierres echados, en el cual se detectaron 15 personas, algunas de ellas ocultas en el almacén.

Fueron los propios vecinos quienes alertaron a la Policía Municipal ante el ruido y la música a elevado volumen. Los agentes desalojaron el bar y denunciaron a las 15 personas por no respetar el toque de queda, por no llevar mascarilla y por no cumplir las demás medidas anti COVID.

La Policía Municipal de Madrid también tuvo que intervenir en la noche del viernes al sábado en la céntrica Plaza del 2 de Mayo para desalojar a cientos de personas que estaban haciendo botellón por la zona, sin mascarilla y en grupos de más de 6 personas, máximo permitido para las reuniones públicas.

El propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya pidió hace unos días tanto a los organizadores de fiestas ilegales en la capital como a los asistentes a las mismas a que «sean personas» y se comporten «como seres humanos», criticando que porque estas personas quiera disfrutar bebiendo y bailando «no tiene que poner en peligro a los demás».

Ante la avalancha de fiestas ilegales en la capital, muchas con franceses e ingleses que, según denuncian vecinos de la zona Centro, pagan apenas 150 euros para un fin de semana festivo con vuelo0 incluido, el alcalde ha incidido en que «ya hay un control policial intensivo», con hasta 4.000 de estos eventos intervenidos desde el inicio de la pandemia.

Sin embargo ha recalcado que «no podemos poner un policía detrás de cada irresponsable de la ciudad» y ha recordado que es difícil actuar contra estas fiestas ilegales en domicilios, ya que están protegidos por la Constitución y la Policía municipal ve limitada su capacidad de acción al no poder entrar.

«La policía va a seguir actuando intensamente. Le digo a los vecinos que adviertan a la Policía Municipal de las fiestas ilegales, sobre las que tengan conocimiento, ya que ellos acudirán, identificarán y sancionarán a los que intervengan, también a los de viviendas de uso turístico», ha subrayado.

Por todo ello ha hecho un llamamiento a la responsabilidad a los organizadores de fiestas ilegales y a los participantes y les ha advertido de que «la copa que se toman, puede ser el contagio, la UCI, o la muerte de mañana», pidiéndoles «ser personas y saber vivir en sociedad».