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El Ayuntamiento de Madrid va a revisar la ordenanza municipal sobre arbolado con el fin de que las especies que se planten en el futuro sean mucho más compatibles con “todos los escenarios meteorológicos” que puedan darse en la ciudad.
Según la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, en el pasado se ha acudido a especies de crecimiento rápido y que dan sombra «y eso hace que hoy tengamos estos problemas”. Sin embargo, la intención es que a partir de ahora se seleccionen especies arbóreas más compatibles con el clima madrileño.
El ejemplo más claro de donde se comenzaría a aplicar estas plantaciones de especies autóctonas será en el futuro Bosque Metropolitano, la gran infraestructura verde de 75 kilómetros que rodeará la ciudad.
“La ordenación tiene que actualizarse y tenemos que ir a especies mucho más compatibles con todos los escenarios meteorológicos en una ciudad como Madrid», ha incidido Villacís, que ha advertido que se ha descubierto que determinadas especies reaccionan de una determinada forma con la contaminación, produciendo más alergias «así que y todo eso se está revisando para que los nuevo árboles que se planten sean más compatibles con la ciudad”.
En los grandes parques históricos, como es el caso de El Retiro y la Casa de Campo, los daños provocados por la nevada tras el temporal Filomena han sido mayores que en los parques singulares o los situados en el eje viario.
En la Casa de Campo, con una estimación del 64% de los árboles dañados (más de 250.000), los más afectados son pinos piñoneros y encinas, y en El Retiro, con una estimación del 68% (unos 17.400), son los pinos piñoneros además de los cedros.
En el eje viario, alrededor de 150.000 árboles están afectados por la nevada, lo que supone el 20% del total. El grado de afectación de los árboles depende de cada caso y se estudia árbol a árbol qué hacer al respecto. De todos los árboles afectados, será un porcentaje mínimo el que se tenga que talar totalmente ya que en la mayoría de los casos se podrá podar las ramas que representan un peligro y, aunque cambien su aspecto estético, el árbol continúa con su proceso vital.
