Un joven de 27 años y vigilante de seguridad de una piscina del distrito madrileño de Usera ha recibido una brutal paliza por parte de cuatro individuos tras haberles increpado un comportamiento incívico en el recinto.
Los hechos ocurrieron este martes, 21 de julio, en la piscina de San Fermín del distrito de Usera. Al parecer, a lo largo de la tarde el vigilante había llamado la atención a cuatro bañistas por una actitud incívica en las instalaciones y les había pedido que abandonaran el lugar.
Ante ello, los agresores se fueron de la piscina amenazando al vigilante. Ya por la noche, pasadas las 10, a la salida del trabajo tras su turno, los cuatro individuos le estaban esperando en la calle San Mario, donde comenzaron a darle una brutal paliza que le ha provocado lesiones de gravedad por todo el cuerpo.
El vigilante se encuentra actualmente de baja médica. Desde la asociación Marea Negra por la Seguridad Privada han indicado que, desde la apertura de las piscinas el pasado 1 de julio, se han registrado agresiones verbales, vejaciones y amenazas de muerte en diversas piscinas madrileñas como Aluche (Latina), Orcasitas (Usera) y La Elipa (Ciudad Lineal).
Las asociaciones de vigilantes de seguridad indican que algunos individuos que acuden a las piscinas municipales acaban teniendo altercados con ellos o con los socorristas debido a que, o bien desconocen las normas y las restricciones ante el coronavirus, o bien no quieren cumplirlas o simplemente «buscan bronca».
Ante ello reivindican al Ayuntamiento de Madrid incrementar el número de vigilantes de seguridad por turnos y reforzar el vallado perimetral de los centros deportivos, en algunos casos dañados o con agujeros por donde «se cuelan» algunos individuos.
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Policía Municipal en las piscinas en el momento que el aforo supere las 100 personas. Todos los veranos lo mismo. Este país pertenece a los maleducados.