Finalmente el tradicional Besapiés del Cristo de Medinaceli que se celebra el primer viernes de marzo en la Basílica del mismo nombre desde hace más de 80 años no se va a celebrar ante el avance del coronavirus en Madrid.
Se trata de un evento multitudinario por el que pasan más de medio millón de personas en apenas 24 horas. Sin embargo, ante las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, finalmente desde la cofradía de Jesús de Medinaceli han indicado que no se hará el besapié ni se dejará que se toque la figura, aunque han incidido en que sí se mantienen las misas que estaban programadas y el resto de las actividades.
Por tanto, una de las tradiciones más antiguas de la capital finalmente no se celebrará por el virus COVID-19. Desde el Arzobispado de Madrid ya se había recomendado esta semana no besar la figura de Jesús de Medinaceli durante este acto con el fin de «prevenir contagios por coronavirus». Pero esta no será la única medida, ya que tampoco se recomienda dar la mano en misa y las pilas no tendrán su agua bendita.
Las decenas de fieles que guardan cola desde hace días a las puertas de la Basílica se resignan y, a pesar de todo, accederán al lugar el viernes con el fin de ver la talla del Cristo y pedirle los tres deseos. Y, según han adelantado algunos, le lanzarán besos con la mano.
Tradición con un deseo
Como cada año, desde las 12 de la noche y durante 24 horas (o hasta que entre el último de los devotos en la cola) se abre la Basílica para que los miles de fieles que hacen cola puedan venerar la imagen de Jesús de Medinaceli.
Los congregados besan los pies a la imagen y piden tres deseos, de los cuales dice la tradición que tan solo uno se cumple. También es común que un miembro de la Familia Real española acuda al lugar para cumplir con la tradición y ofrezca una oración frente al Cristo de Jesús de Medinaceli. El año pasado fue la Infanta Elena quien acudió a la cita con el «Señor de Madrid».