La contaminación atmosférica en Madrid, Valencia y Barcelona supera los límites establecidos por la legislación europea de calidad del aire según un estudio realizado por OCU y cuyos resultados se publican en el número de septiembre de su revista OCU-Compra Maestra del mes de septiembre, dedicado a la movilidad sostenible.
El estudio tiene como objetivo evaluar la calidad del aire que respiran los ciudadanos en las grandes ciudades. Para su realización se llevaron a cabo diversos trayectos en coche, bicicleta y a pie con dispositivos que permiten cuantificar los distintos contaminantes del aire (benceno, dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión de diferentes tamaños).
Las mediciones se llevaron a cabo entre finales de marzo y principios de abril, en horas punta, de 8:00 a 10:00 y de 18:00 a 20:00 y lo más importante en unas condiciones meteorológicas neutras.
De los resultados del estudio de OCU se desprende que los niveles de benceno y dióxido de nitrógeno se encontraban dentro de los límites aceptables en las tres ciudades. Sin embargo, OCU alerta de que en las tres ciudades se superan ampliamente los límites para algunas partículas en suspensión.
En concreto para las partículas PM10 se supera el límite de 50 µg/m3 que establece la legislación europea. En el caso de las partículas finas PM2,5 en Barcelona se supera el límite legal de 25µg/m3.
Para las partículas ultrafinas PM0,5 no existe límite legal, pero sí una norma de calidad de ambiental para interiores que sirve de referencia. Los niveles medidos por OCU estaban por encima de esos límites en los trayectos en bicicleta en las tres ciudades. En los trayectos en coche se superan en Barcelona y Valencia, y solo en Barcelona se superan en el caso de los trayectos realizados por peatones.
OCU señala que por término medio quienes se desplazan a pie o en bicicleta reciben un 10% más de exposición a partículas que los que se desplazan en coche, aunque en conjunto no hay grandes diferencias por los picos muy altos de exposición a los que están expuestos los conductores. OCU advierte que en Madrid los niveles de estas ultimas multiplicaron por cinco los límites máximos.
Los niveles de contaminación medidos por OCU contrastan con las mediciones oficiales publicados por los ayuntamientos. En Madrid los niveles medidos por OCU son hasta un 50% más altos que los oficiales. En Barcelona la diferencia ascendía al 30%. En Valencia los datos del día del estudio no estaban disponibles.
OCU recuerda que los niveles altos de contaminación atmosférica suponen una amenaza real para la salud. La Agencia Europea de Medio Ambiente estima que en 2018 se produjeron 518.700 muertes prematuras relacionadas con los contaminantes atmosféricos.
Los efectos negativos en la salud son muy variados y van desde el aumento de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares a los partos prematuros y efectos en el desarrollo psíquico y neurológico de los niños.
OCU señala que para garantizar la calidad del aire que se respira, la Unión Europea ha fijado unos límites, que a la vista de los resultados de este estudio «no se están cumpliendo y que provocan que los ciudadanos estén expuestos de forma cotidiana a niveles de contaminación no recomendables para su salud, lo que ha provocado denuncias por parte de la Unión Europea, que parecen más que justificadas tras los resultados de este estudio».
Por todo ello OCU exige a las autoridades implicadas que adopten de forma urgente «medias ambiciosas y eficaces que disminuyan de forma inmediata los niveles de contaminación a la que están expuestos sus habitantes de forma cotidiana y garanticen un aire limpio para sus ciudadanos».