La Comunidad de Madrid, a través del Centro de Asuntos Taurinos, y en colaboración con la Junta de Castilla y León, inaugura en la Sala Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas la exposición ‘Del trazo a la luz: la Tauromaquia de Goya en las fotografías de Kallmeyer’. La muestra podrá visitarse desde hoy 21 de mayo al próximo día 29 de mayo, en horario de mañana de 10:00 a 13:30 horas y de 18:00 horas a 19:00 horas.
En 2014, Aku Estebaranz, autor de publicaciones sobre fotografía histórica, depositó en la Filmoteca de Castilla y León los negativos que componen la serie que el fotógrafo Roberto Kallmeyer (Madrid, 1915 – Madrid, 2004) realizó de los grabados de Francisco de Goya para la edición de La Tauromaquia que Rafael Casariego publicó en 1960.
Desde entonces, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Filmoteca y el propietario comenzaron a estudiar una manera novedosa de dar a conocer la existencia de este material singular en una exposición que ahora llega a Las Ventas.
La originalidad de la muestra reside en la búsqueda de puntos de vista no habituales a través de las posibilidades que ofrece la ampliación de la imagen. Por primera vez en Madrid, el visitante podrá admirar en detalle los rostros de los personajes que protagonizan la lidia, de la actividad en el ruedo, de sus atuendos y útiles para el toreo, de la tensión, del peligro y del público que puebla las gradas de las rudimentarias plazas de comienzos del siglo XIX.
La exposición permite apreciar la minuciosidad que Goya logró con su trabajo de pintor y grabador y recuperarla a través de dichas ampliaciones. Cronológicamente, La Tauromaquia es la tercera de la series de la obra gráfica de Goya que, junto a Los Caprichos, fue comercializada bajo la supervisión del propio artista en plena posguerra napoleónica.
Estos grabados tienen el valor y la fuerza expresiva y documental de unas representaciones de la realidad española que todavía no podían ser recogidas por la invención fotográfica, y que son de altísimo interés etnográfico e histórico.
Goya trabajó las planchas de cobre alrededor de 1815, todavía afectado por los episodios de la Guerra de Independencia contra Francia de los que fue testigo directo. Esa violencia vivida se refleja en sus estampas taurinas, dejando ver un alto grado de dramatismo y crudeza. Sus trazos nos presentan a los verdaderos protagonistas de la tauromaquia: el hombre y el toro.