La Comunidad de Madrid busca situar el Festival Internacional de Arte Sacro como una cita musical de referencia que pueda convertirse en un reclamo turístico para la región. Reconocido como uno de los certámenes más destacados de España, el festival celebra su 28 edición en la región y, hasta el próximo 23 de marzo, ofrecerá 39 conciertos, de los cuales seis son estrenos absolutos y diez estrenos en España.
El Festival Internacional de Arte Sacro se ha consolidado, tras su refundación en 2016, como una cita musical ineludible en la que se unen los distintos lenguajes con los que la música se acerca a la trascendencia y la espiritualidad. Así, la música religiosa clásica y la contemporánea, comparten protagonismo con el jazz, el flamenco, la música electrónica y el rock indie.
Un festival referente
Como ha explicado en la Asamblea el consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Jaime de los Santos, el Gobierno regional «ha apostado por ampliar el festival a otros estilos musicales, generando así contenidos propios, que ha permitido ser apreciado por nuevos públicos, prestando especial atención al talento de una brillante generación de músicos madrileños”. De este modo, el certamen se sitúa como espacio de creación y encuentro entre músicos de diferentes perfiles.
“Pocas citas musicales hay en España que sean capaces de incluir en su programación una oferta de estilos tan aparentemente alejados, y que, a pesar de ello, se enmarquen en una misma temática: lo sagrado y la espiritualidad más allá de la religión”, ha añadido De los Santos.
Como ha explicado el consejero, el Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid se ha situado ya «en el ámbito musical español con numerosos reconocimientos, como así demuestra su selección entre los tres finalistas a los Premios GEMA 2016 en la categoría de ‘Mejor festival del año’; y el título por parte de la revista El Cultural de uno de los sus conciertos (La Consagración de la Primavera, de Moisés P. Sánchez Ensemble) como ‘Mejor concierto de jazz celebrado en España en 2017’».
Y es que este certamen es algo más que una mera suma de conciertos: “con la estrategia perfilada en estos dos últimos años hemos logrado crear un relato claro y potente que da sentido a toda la programación y que le dota de una personalidad diferenciada y reconocible”, ha afirmado De los Santos, quien ha añadido además que “ahora que el certamen se ha situado como referente a nivel nacional, lo natural es dar el paso a su internacionalización y en esa línea trabajaremos en las próximas ediciones”, ha afirmado.
“Desde la Comunidad de Madrid tenemos el convencimiento de que la cultura es la mejor seña de identidad de nuestra región”, ha comentado De los Santos, quien ha subrayado su intención de convertir a Madrid en la “capital cultural del sur de Europa”, ha concluido.
Escenarios únicos
Uno de los mayores atractivos del festival, música aparte, son los escenarios en los que se celebra. Un total de ocho iglesias de Madrid, como San Jerónimo el Real, San Millán y San Cayetano o la Encarnación, acogen parte de la programación, junto a lugares tan singulares como el Congreso de los Diputados, la Capilla del Palacio Real o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
A esta lista de espacios se suman distintos teatros de Madrid entre los que se encuentran Teatros del Canal, La Abadía o el Pavón Kamikaze. También son sede del festival el Real Coliseo de Carlos III de San Lorenzo de El Escorial o el Centro Cultural Paco Rabal.
Precisamente, el próximo viernes 9 de marzo tendrá lugar una de las citas más interesantes de esta edición, a las 19:00 horas en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados. Un espacio que se abre al público en escasas ocasiones y en el que, de manera gratuita hasta completar aforo, se podrá disfrutar del programa Shoah para violín solo y Templo Sagrado, a cargo de Vicente Cueva y Navarro.