«Derain, Balthus, Giacometti. Una amistad entre artistas» se podrá disfrutar hasta el 6 de mayo en la Sala Fundación MAPFRE Recoletos de Madrid.
Desde el 1 de febrero, en la sala Fundación MAPFRE Recoletos en Madrid, la Fundación presenta una exposición que explora la amistad de tres grandes artistas del siglo XX: André Derain (1880-1954), Balthus (Balthasar Klossowski) (1908-2001) y Alberto Giacometti (1901-1966).
Las miradas de estos tres artistas, nunca antes confrontadas, coinciden en la misma exigencia de lo que debe ser la obra de arte. Mucho más allá de la admiración mutua y el sincero afecto que les unieron durante toda su vida, la profunda comunidad estética que existe entre ellos es el hilo conductor de la exposición.
La muestra, con cerca de 240 obras, cuenta con el generoso apoyo de numerosas colecciones particulares e instituciones internacionales entre las que destacan la Fondation Giacometti, París; Musées d’Orsay y de l’Orangerie, París; Albright Knox Art Gallery, Buffalo; Minneapolis Institute of Art; The Pierre and Tana Matisse Foundation, Nueva York; Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Washington D.C.; Musée Picasso, Antibes; Musée National Picasso, París; Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris; Tate, Londres; Fondation Beyeler, Basilea o Kunsthaus, Zúrich.
Esta exposición, concebida por el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, Paris Musées, se ha organizado con Fundación MAPFRE. Comisariada por Jacqueline Munck, Conservadora Jefe del Musée d’Art moderne de la Ville de Paris.
La exposición
Con la distancia que el tiempo proporciona, podemos ver que Derain, Balthus y Giacometti siguen pautas similares en su trabajo, sobre todo en cuanto a su visión común del pasado del arte.
Los tres comparten un fuerte anhelo de modernidad, se interesan apasionadamente por la pintura antigua y el arte de las civilizaciones lejanas, sienten fascinación por «las fuerzas oscuras de la materia» (Derain) y, en general, prestan mucha atención a la realidad «maravillosa, desconocida» que tienen ante sí (Giacometti).
En 1920, cuando vuelve del frente, Derain es un artista de gran éxito. Tras haber sido uno de los más importantes entre los fauvistas, aquel movimiento que a principios de siglo había creado un arte basado en colores puros y brillantes, su mirada se dirige a la tradición y los secretos de la pintura, dirige su atención hacia un estilo realista que se conoce como “estilo bizantino”.
A principios de los años 1930 Alberto Giacometti y Balthus, dos artistas de una generación más joven, quedan fascinados por este Derain diferente, radicalmente nuevo pero a la vez atento al arte del pasado. Las visitas a los estudios y las conversaciones van trabando una amistad entre los tres, que se consolida con los sucesivos encuentros y proyectos. A través de la pintura y la escultura de Derain surge un verdadero afecto entre los tres, basado en una admiración recíproca de la que darán fe Balthus y Giacometti a lo largo de su vida ya que Derain será el primero en fallecer, y el mayor y referente en esta relación.
Foto: © North Carolina Museum of Art, Raleigh (Carolina del Norte).