Amaniel y el entorno de Conde Duque cambiarán de cara con un nuevo proyecto presupuestado en 2.098.753 euros y cuyas obras está previsto que duren alrededor de 10 meses.
En 2016 el Ayuntamiento de Madrid llevó a cabo una actuación de urbanismo táctico para mejorar la movilidad de la calle Amaniel que consistió en la supresión del doble sentido de circulación de la calle de los Reyes y el cambio de sentido en la calle Dos Amigos.
En el proyecto participaron asociaciones de vecinos del barrio que llevaban años reclamando este cambio y con él se consiguió eliminar el tráfico de paso que accedía desde Plaza de España y que atravesaba el barrio en una zona donde se localizan varios equipamientos educativos y culturales en la “antigua Universidad de San Bernardo”.
Este año, Amaniel y el entorno de Conde Duque «seguirán mejorando su calidad estancial y ambiental con un nuevo proyecto presupuestado en 2.098.753 euros y cuyas obras está previsto que duren alrededor de 10 meses. Un cambio que, unido al nuevo Área de Prioridad Residencial que entrará en vigor en verano de 2018, mejorará la movilidad peatonal», explican desde el Consistorio.
El nuevo proyecto de obras de reurbanización abarca las calles del Álamo, Amaniel y Reyes, entre la plaza de los Mostenses y la calle Conde Duque, y se ha elaborado con un triple objetivo: mejorar la movilidad de los ciudadanos que hagan uso de dichas calles dando prioridad al peatón y a los medios de transporte alternativos al automóvil; en segundo lugar adecuar a la vigente normativa de accesibilidad universal los pavimentos, espacios y demás elementos que los conforman; y finalmente crear un espacio público de calidad y coherente con el entorno histórico en el que se desarrolla.
La reconfiguración del eje Amaniel-Álamo va a convertir una zona cuyo pavimento se encuentra en un notable estado de degradación y donde la mayor parte del espacio se utiliza por vehículos en un eje de prioridad peatonal central en el barrio de Universidad. La actuación contempla pues, además de repavimentar aceras y calzadas, la reordenación de las secciones viarias de las calles que componen el citado eje, de forma que se dota de más espacio al peatón.
Esto se conseguirá con la construcción de aceras más anchas y con mayor superficie arbolada, reordenando las bandas de aparcamiento y las zonas de carga y descarga, y reduciendo el ancho de los carriles de circulación de vehículos a anchos estrictamente necesarios, siempre sin comprometer la viabilidad de su funcionamiento.
La actuación contempla igualmente la renovación de todos los firmes y pavimentos, la instalación de nuevo mobiliario urbano y la renovación del alumbrado público con una nueva instalación canalizada, con luminarias de mayor eficiencia y más sostenibles medioambientalmente.
Como ya se apuntado, el objetivo de cumplir con la normativa de accesibilidad universal es primordial y se garantizará que todos los itinerarios peatonales sean accesibles. Para ello se dotará de un ancho mínimo a las aceras que permitan el tránsito con sillas de ruedas o incluso carritos, se utilizarán pavimentos tacto-visuales en los pasos de peatones y paradas de autobuses, y se prestará especial atención a la ubicación y disposición del mobiliario urbano para que no se conviertan en barreras arquitectónicas para los peatones.