La IX edición de los Encuentros en Madrid ha concluido este sábado en la sede del Colegio de Abogados que preside la Decana Sonia Gumpert, ha congregado durante tres días a expertos de 42 países de los cinco continentes que representan a Asociaciones y Colegios internacionales.
En el acto de clausura, la Diputada y Secretaria de la Junta de Gobierno del Colegio de Madrid, Carmen Pérez Andújar, ha leído un Manifiesto en el que se reclama una Ley Orgánica, o de similar rango, de Desarrollo del Derecho Fundamental de Defensa Jurídica “que ampare la prerrogativa de Libertad de Expresión del Abogado en el ejercicio de la Función de Defensa” y establece que deben blindarse los Derechos Humanos, Constitucionales o Civiles conquistados por la humanidad. También se destaca en el texto su posición “más absolutamente radical contra la pena de muerte”.
El Manifiesto se refiere asimismo a otras cuestiones de alto interés como el Brexit, situación para la que la abogacía internacional congregada en Madrid “reclama un reparto de cargas y beneficios de forma equitativa ante la salida de Reino Unido de Europa.
Manifiesto
Los presidentes y representantes de las Asociaciones de Abogados, de Colegios de Abogados y de Consejos Generales de la Abogacía de todo el mundo, asistentes a los IX “Encuentros en Madrid” y reunidos en el Colegio de Abogados de esta ciudad, manifiestan:
Primero.- Ante el avance imparable y provechoso de todo tipo de ciencias y tecnologías y de cuantos aparatos, instrumentos, máquinas, herramientas y sistemas ayudan a producir gracias al ingenio de los seres humanos, debe rechazarse cualquier intento de modificar, interpretar o reformular cualquiera de los Derechos Humanos, Constitucionales o Civiles conquistados por la humanidad, con la finalidad o el resultado de limitarlos, achicarlos o mutilarlos bajo cualquier tipo de coartada ideológica, técnica, o científica o de debilitar la persecución o represión de cualquier tipo de delincuencia bajo los mismos tipos de justificación.
Segundo.- Así mismo defendemos, respaldamos y apoyamos la posición jurídica de la abogacía europea, en defensa de sus instituciones nacionales o comunes y de los Derechos Humanos y Fundamentales de los pueblos de todas las naciones de Europa, estén o no integradas o vayan o no a practicar la salida de la Unión europea, de que la separación de ésta de cualquiera de ellas o de la inminente y solicitada por el Reino Unido de la Gran Bretaña, se realice de forma que el reparto de beneficios y cargas se haga de forma equitativa, según las responsabilidades contraídas por cada cual y según reparto equitativo entre todos, de acuerdo con las capacidades y necesidades de cada uno evitando, desde luego, cualquier intento de que el trance aproveche una vez más a unos pocos en detrimento de la mayoría.
Tercero.- Que la prerrogativa de Libertad de Expresión del Abogado en el ejercicio de la Función de Defensa que tiene encomendada, junto con las de Independencia, Dignidad y Confidencialidad sólo vendrán verdaderamente amparadas si sus contenidos y límites, el Régimen de su Amparo Colegial y la competencia pública de Amparo de los Colegios de Abogados, vienen recogidos y determinados con la necesaria tipicidad y sistemática en una Ley Orgánica o de similar rango, de Desarrollo del Derecho Fundamental de Defensa Jurídica y una vez que ello se logre en todos los Estados del mundo.
Cuarto.- Nuestra posición más absolutamente radical contra la pena de muerte, porque no puede ser tenido por Derecho ni tener su naturaleza disposición alguna que tenga como principio o finalidad la eliminación o la desaparición de su propio sujeto: el ser humano. De tal modo que, disfrazada con los atributos de la norma jurídica, los poderes públicos que la mantienen, sólo intentan dar cuerpo jurídico a una práctica de dominación política extraña a la conformación de las leyes y ligada exclusivamente al más salvaje atavismo de la especie humana y a la más arcaica y tiránica expresión del ejercicio del poder.