“24/7. Conectados”, una reflexión sobre las tecnologías y la productividad sin descanso

Gacetín Madrid
  • 24/7. Conectados aborda el impacto de Internet, el correo electrónico y las redes sociales en los límites que separan nuestro espacio tiempo personal y laboral.
  • Se exhiben 32 obras de pintura, escultura, vídeo, fotografía, ilustración y acción de una quincena de artistas contemporáneos.
  • Es una producción de CentroCentro Cibeles, comisariada por Luisa Espino.




24/7. Conectados es una exposición producida por CentroCentro Cibeles, comisariada por Luisa Espino, que se podrá ver en la 5ª planta del centro desde mañana 16 de febrero hasta el próximo 21 de mayo. A través de las obras de una quincena de artistas contemporáneos –pintura, escultura, vídeo, fotografía, ilustración, instalación y acción–, la muestra plantea una reflexión sobre cómo los límites que separan nuestro espacio tiempo personal y laboral están cada vez más diluidos debido a herramientas como Internet, el correo electrónico y las redes sociales.

“Cada vez resulta más complicado establecer un límite claro, de lugar y de tiempo, entre nuestra vida y el trabajo. Esta separación saltó por los aires con la llegada de Internet a nuestros hogares y a nuestros pequeños teléfonos inteligentes”, explica Luisa Espino, comisaria de la muestra.

La muestra comienza con un viaje al pasado, donde el espacio y el tiempo de trabajo estaban claramente delimitados, cuando aún se escribía sin ayuda del ordenador y los documentos se archivaban en cartapacios. 24/7. Conectados hace además un guiño a las muchas mujeres que desarrollaban un trabajo invisible en casa, sin horarios ni remuneración.




Continúa con un homenaje al uso del teléfono de ayer y se acerca a la multifuncionalidad del actual. Revisa aspectos como la necesidad de productividad constante, el uso continuo del teléfono y las redes sociales y la conectividad permanente; así como la proyección a través de las redes de una imagen y una identidad.

24/7 reflexiona también sobre los efectos medioambientales y sociales que esta nueva conectividad provoca, tales como la contaminación electromagnética que genera el uso constante de teléfonos móviles, redes y demás tecnologías.

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