La Comunidad de Madrid ha inaugurado la exposición ‘Vista Alegre. De quinta recreativa a paraíso urbano’, que se podrá visitar hasta el 4 de mayo de 2025, de forma gratuita, en el espacio Estufa Grande de Carabanchel.
Organizada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y la de Economía, Hacienda y Empleo, la muestra recorre la historia de Vista Alegre, finca de recreo predilecta de la alta sociedad madrileña en el siglo XIX, que se conserva hoy en día entre las calles de uno de los barrios más populares de Madrid.
Comisariada por Miguel Lasso de la Vega Zamora y Alberto Sanz Hernando, de la Fundación Arquitectura COAM, reúne una destacada selección de 58 imágenes de diferentes archivos y fondos como el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, la Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), el Archivo del Ejército del Aire, el Archivo General de la Administración o el Centro Público de Educación Especial María Soriano, entre otras.
Tomando como hilo conductor la propia finca y sus palacios, repasa sus distintas transformaciones y evolución en el tiempo, tanto a nivel espacial como simbólico, en cuatro secciones, vinculadas a sus etapas cronológicas partiendo de su origen, a comienzos del siglo XIX, como edén privado de la alta sociedad madrileña, refugio de la reina María Cristina y residencia del marqués de Salamanca.
Sigue con su adquisición en 1886 por parte del Estado, cuando se destina principalmente a uso asistencial, transformándose en hogar del Colegio de Huérfanas de la Unión o del llamado Asilo de Inválidos del Trabajo, entre otras instituciones sociales.
El inmueble también sufrió la destrucción parcial en la Guerra Civil, dada su cercanía al frente y la posterior reconstrucción de Carabanchel por parte de la Oficina de Regiones Devastadas, siguiendo el objetivo de crear en este lugar una especie de Ciudad de la Beneficencia.
Un hito en la historia del paisajismo
En la actualidad, los jardines de los palacios de la Finca de Vista Alegre están declarados como Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico desde 2018, por ser uno de los ejemplos más importantes de quinta de recreo de la España del siglo XIX y un hito en la historia del paisajismo.
El conjunto arquitectónico y paisajístico ha sido objeto de un intenso programa de restauración por parte del Gobierno regional para recuperar el esplendor tanto de su estructura, como de las construcciones residenciales y ornamentales, entre las que destaca la llamada Estufa Grande, originalmente creada como invernadero, que ha sido adaptada para el uso como sala de exposiciones.