Emesa, Empresa de Mantenimiento y Explotación de la M-30, adjudicataria del contrato de gestión y mantenimiento del principal anillo de circunvalación de Madrid, está participada por los grupos Ferrovial, ACS y Vinci y es socio privado de Madrid Calle30, la sociedad de economía mixta adscrita al Ayuntamiento de Madrid.
Esta empresa cuenta con un grupo de agentes de intervención, de cerca de 100 personas, que cuentan con una formación muy especializada en resolución de incidencias, señalización y primeros auxilios, además de formación específica en el uso de desfibriladores automáticos, según apunta la propia empresa.
Las personas trabajadoras que se dedican a este servicio, encargado de acudir a los accidentes, extinción de incendios de vehículos, y en coordinación con la Policía, el SAMUR y los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, se consideran un servicio de emergencias «clandestino», ya que «actúan, visten y se desplazan como bomberos». El colectivo demanda que «se les considere en función a la labor que desarrollan, y no como oficiales de construcción» .
Por ello, coincidiendo con el 50 aniversario de la calle M-30 y la carrera popular que lo conmemora, el colectivo se manifiesta este domingo, 3 de noviembre, de 09:00 a 10:30 horas en el Puente de Toledo para reclamar su consideración como bomberos.