El sindicato CCOO ha denunciado la «drástica bajada» de número de becas de comedor por parte de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. En abril, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso anunció un gasto de 68 millones de euros en ayudas al comedor y un aumento de las becas a 137.000, unas 30.000 más que el curso anterior.
“Ahora, con las resoluciones definitivas publicadas, van a ser solo 103.000-34.000 menos que las anunciadas hace cuatro meses y 4.000 menos que el curso 2023/24”, ha declarado Isabel Galvín, la secretaria general de la federación de Enseñanza de CCOO de Madrid.
Desde que en 2009 se llegaron a conceder 121.000 becas, la cifra se ha quedado año tras año por debajo. “Con la crisis empezaron los recortes que aún hoy no se han revertido del todo”, dice Galvín. No solo ha bajado la cifra de becas en cuanto a lo anunciado, también ha cambiado la normativa para regular estas becas.
Por un lado, se conceden también becas a alumnos en la Secundaria, y se ha aumentado el ingreso máximo que pueden tener las familias para acceder a estas ayudas, de 4.260 euros a 8.400 euros anuales por cada miembro de la familia, una cantidad inferior al umbral de riesgo de pobreza, que se sitúa en 10.990 euros.
«50.000 familias excluidas»
“Ampliando los criterios debería haber muchas más familias con beca que en el curso anterior y no las hay”, resume Galvín. Mientras la Comunidad de Madrid «no da cifras de las solicitudes recibidas», CCOO estima que puede haber alrededor de 50.000 familias que han solicitado estas ayudas sin éxito.
«Un problema que viene de lejos»
“Los problemas de las becas de comedor son cosa de todos los cursos, y no solo de este año. Esto ha ocurrido, al menos, durante los últimos 15 años”, dice Galvín. CCOO recoge desde hace años los datos sobre las becas de comedor. Estas estadísticas muestran un descenso en las becas concedidas en los últimos 15 años.
Mientras que, en su pico, en el curso 2009/10, se concedieron 121.110, en 2011/12 el dato cayó a 93.047 y en 2012/13 a solo 32.365. “Nunca más han subido al número de 2009”, dice Galvín. “Además, hay que tomar en cuenta que ha habido un aumento en la cantidad de estudiantes y que se ha encarecido el coste de vida”, añade. En el curso 2024/25 hay más de 200.000 alumnos y alumnas más que en el año 2009.
«Retrasos y fiasco de gestión»
CCOO denuncia en los últimos años «graves deficiencias en la gestión de las becas». Así, el curso pasado la Consejería de Educación se vio obligada a conceder todas las solicitudes presentadas, sin revisar si cumplían los requisitos. Este nuevo curso 2024/25 «se ha repetido el fiasco del año anterior: se vuelve a publicar la resolución tarde, el 6 de septiembre».
«Becas insuficientes»
“La cantidad de las becas es totalmente insuficiente”, dice Galvín. La cuantía media de la ayuda apenas supera los 2 euros por día de comedor. “De esta manera, la beca no es beca sino un copago por parte de las familias”, añade Galvín. Las familias deben cargar con más del doble de lo que les conceden como ayuda.
Los criterios de asignación «no son equitativos: apenas hay gratuidades totales, dejando sin ella a la mayoría de los escolares de familias que están por debajo del umbral de la pobreza».
«Falta de comedores en los institutos públicos»
CCOO no solo denuncia las becas «insuficientes», sino también la «falta de plazas de comedor» en los centros públicos. “Se necesitarían unas 60.000 plazas más. Esto significa que, en realidad, se da prioridad al alumnado de centros privados concertados también en cuanto a las becas de comedor. En la Comunidad de Madrid, solo el 0,7% del alumnado de la ESO en centros públicos va al comedor escolar, frente al 39,8% del alumnado de la ESO en centros privados concertados”.
“La falta de comedores también afecta a la Enseñanza Secundaria pública”, afirma Galvín. Mientras que el 98 por ciento de los institutos concertados disponen de comedor, en los centros públicos solo son 18 de los 351 institutos públicos, lo que representa un 5 por ciento. “Así, muchos alumnos y alumnas que tienen beca de comedor en la ESO luego en la Secundaria no la tienen por falta de comedor en su centro”, concluye Galvín.