La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, ha alertado acerca de la situación que viven los trabajadores en la Residencia de Primera Acogida de Hortaleza, dependiente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS).
La Comunidad de Madrid y, en concreto, la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, «parecen no ser conscientes de las condiciones en las que desarrollan su labor los trabajadores y en qué estado se encuentran las instalaciones», denuncian.
Los trabajadores, inciden, «llevan meses pidiendo una solución urgente que nunca llega y se prevé que en las próximas semanas puedan ser ciento cincuenta los chicos alojados allí, cuando es un centro que está preparado únicamente para treinta y cinco plazas».
«Continuamente se suprimen espacios comunes, imprescindibles para realizar actividades, y se añaden más y más literas, como ha sucedido en una de las aulas, donde recientemente se han colocado ocho literas más, sumando treinta y dos menores. Los trabajadores apenas pueden hacer frente a una situación que parece no resolverse nunca», subrayan.
«Va a llegar un punto en el que el funcionamiento de Hortaleza sea inviable. Antes estas denuncias, la única solución que parece aportar el gerente de la AMAS es la de seguir colocando camas», exponen desde CSIF. «Los escasos trabajadores de los que se compone la plantilla del centro no pueden afrontar la totalidad de las tareas que tantos residentes demandan: la lavandería no cubre todas las necesidades de limpieza, la cocina tiene que dar 400 servicios al día en un comedor preparado para 25 menores…».
Y todo esto, «con una plantilla exigua: apenas hay dos educadores para atender a todos los residentes y los trabajadores denuncian continuamente que el proyecto que se lleva a cabo en la Residencia de Primera Acogida de Hortaleza es meramente asistencial y no hay ningún tipo de intervención socioeducativa. Es más, la plantilla de educadores, al igual que la administrativa, está sin cubrir por parte de la Comunidad de Madrid. Con este desolador panorama, la Residencia de Hortaleza es un centro al que nadie quiere ir a trabajar».
«Además, la plantilla se ve mermada constantemente ya que han aumentado las bajas entre el personal por el estrés con el que tienen que enfrentarse a su trabajo». CSIF Madrid, concluye, «ante la situación denunciada por los trabajadores de este centro, quiere pedir a la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales que tome una decisión de manera urgente ya que el espacio y los medios de los que se disponen son finitos y de seguir en estas condiciones se puede llegar a producir la ingobernabilidad de la Residencia».