La Asociación Vecinal La Nueva Elipa ha denunciado el proyecto actual de “recuperación” del Pinar de La Elipa, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, un plan que «alterará su actual aspecto con nuevo mobiliario urbano, caminos de pavimento y zahorra y una iluminación excesiva». Por eso, demanda poder realizar propuestas para proteger su valor natural.
El pasado 28 de mayo, el Ayuntamiento de Madrid adjudicó el contrato de obra “Proyecto de recuperación del parque pinar de La Elipa”, una denominación que «suena a eufemismo pues puede suponer su destrucción tal y como lo hemos conocido hasta ahora» para pasar a ser «uno de esos parques duros que tanto abundan en la capital».
Por eso, tras conocer el contenido de la licitación y comprobar que los trabajos comenzarán en octubre, la Asociación Vecinal La Nueva Elipa ha dado la voz de alarma y se ha puesto en marcha para tratar de que el plan sea modificado y «sirva realmente para recuperar el castigado pinar». La entidad reivindica desde hace años la recuperación, protección y mejora de este espacio forestal como «recurso de incalculable valor para la ciudad», y en este marco ha organizado todo tipo de acciones, entre ellas, el famoso Cross Salvemos el Pinar, que este año celebrará su 22ª edición.
El pasado 30 de abril, la asociación presentó una propuesta en la Mesa de Urbanismo y Medioambiente de Ciudad Lineal para que se tomara en consideración la opinión de la vecindad en el proyecto, algo que, de momento, ha sido rechazado por los servicios jurídicos de la Junta de Distrito. Días después, el 9 de mayo, solicitó una reunión con su concejala presidenta, Nadia Álvarez, que «igualmente ha sido ignorada hasta la fecha».
El colectivo vecinal recuerda que la edil “se comprometió expresamente a dar a conocer el proyecto, pero solo hemos tenido acceso al mismo a través de la documentación publicada en la Plataforma de Contratación del Sector Público”. “Denunciamos la falta de transparencia con la que se está abordando un proyecto por el que venimos luchando desde hace lustros, clave frente a la actual situación climática, y que debe servir a generaciones futuras”, asegura la asociación.
Con una superficie 14,5 hectáreas, el Pinar de La Elipa es un importante espacio forestal que protege a este barrio de Ciudad Lineal de la contaminación de las autovías M-30 y M-23. A pesar de su importancia estratégica, en las últimas décadas ha sufrido un abandono y degradación progresivos que empeoraron con la borrasca Filomena. Ante este deterioro, la asociación vecinal defiende que sea protegido con la calificación de parque forestal. «Como la mayoría de su barrio, quiere que el Pinar siga siendo un pinar, un espacio boscoso con tierra natural en el que poder pasear o realizar otras actividades en contacto directo con la naturaleza», inciden.
Sin embargo, el actual proyecto municipal «prevé construir caminos de pavimento y zahorra y urbanizar ciertas partes de la zona verde para incluir instalaciones de calistenia, una zona de ejercicio para mayores y otra para perros, además de un parque infantil, una pista de petanca y otra de patinaje que ya existían».
Con un presupuesto base de licitación cercano a los 2 millones de euros, apenas un 5% se destinará a jardinería. Los árboles de nueva plantación que servirán para reforestar tendrán una altura mínima de 1,5m, por lo que pasarán años antes de que se cumpla el objetivo de “aumentar la cobertura y densidad arbórea, el valor ecológico y la biodiversidad”. Por otro lado, el plan de reforma incluye 48 nuevos puntos de luz, una cifra «desproporcionada que sin duda aumentará la contaminación lumínica de la zona».
Todo esto “denota la intención de transformar este espacio forestal en un parque duro” critica la asociación vecinal, convencida de que en este caso «lo más sencillo es lo más adecuado». Por ello reclama conservar y mantener lo existente con recursos suficientes, lo que incluye recuperar todos los árboles perdidos en los últimos años, ampliar la masa forestal con nuevos y reparar instalaciones deterioradas como el carril bici que lo atraviesa».
Y, antes de nada, solicita poder aportar su opinión y sus propuestas, demanda que la vecindad pueda participar en algo que, como esta reforma, le afecta. “Confiamos en que el Ayuntamiento de Madrid reconsidere su posición y se abra al diálogo, ya que la participación en los asuntos públicos es un derecho en democracia”, resume la entidad vecinal.