Si Felipe II visitó Torrelodones por primera vez en 1579, y decidió volver, ¿a qué estáis esperando para conocer este destino? Esta localidad cautiva a los visitantes por su gastronomía basada en las recetas tradicionales, que miman el producto local y presentan exquisitos platos. ¡Descubre el encanto histórico y gastronómico de Torrelodones!
En un antiguo cruce de caminos al norte de la Comunidad de Madrid, se encuentra Torrelodones, parada obligatoria de Felipe II en sus viajes a El Escorial, y destino gastronómico por excelencia. Desde sus modestos inicios en el siglo XVI hasta la actualidad, la historia gastronómica de Torrelodones ha resistido la prueba del tiempo. Más de 500 años de legado atestiguan que cada plato que se puede degustar en la localidad es un vínculo con el pasado.
Torrelodones en sus inicios apenas contaba con dos avenidas paralelas, en las que se situaban las diferentes tabernas, lugares donde únicamente se servía vino; figones, donde se podía comer y beber vino; y mesones, que incluían servicio de pernoctación.
Sin ninguna duda, el hecho que marcó el desarrollo de este destino fue la construcción del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ya que durante los 21 años que duró su edificación, aumentó significativamente el número de personas que se hospedaban o frecuentaban la restauración del municipio.
La primera visita del rey Felipe II fue en 1579, cuando por la injusta encarcelación de Francisco de Baños, el monarca le cedió en compensación la regencia de un mesón. Junto a este se encontraba el aposento real, donde descansaba el monarca en cada viaje a El Escorial.
Cuenta la leyenda que el plato tradicional de los domingos para el rey era la ‘olla podrida’. Una receta tradicional a la que Calderón de la Barca bautizó como “la princesa de los cocidos”. La olla es un guiso compuesto por muchos cortes de carne, tanto de cerdo como de vaca y ave, con los que se hacía un sabroso y contundente caldo.
Estos datos, y otros muchos más sobre la alimentación de Felipe II y su corte, se conocen gracias a un libro titulado: “Arte de cocina, pastelería, bizcochería y conservaría” cuyo autor era Francisco Montiño Martínez, jefe de cocina, durante los reinados de Felipe II, III y IV. En esta obra maestra de 400 páginas, que fue publicado en 1611, se recogen recetas, consejos y los principios básicos de la cocina que han llegado hasta nuestros días.
La historia culinaria de Torrelodones es un legado vivo, palpable en cada rincón del pueblo y en cada bocado que se disfruta en sus mesas. Descubre el sabor del pasado en cada plato, y sumérgete en la rica herencia gastronómica de esta encantadora localidad.