Los expertos aconsejan la exposición solar diaria en cara y brazos entre marzo y octubre (15 minutos y 30 minutos en ancianos y pacientes con osteoporosis) y la ingesta de alimentos ricos en vitamina D como medidas para un aporte adecuado.
Es una de las conclusiones del grupo de trabajo creado por la Comisión de Coordinación Asistencial en Farmacoterapia de la Dirección Asistencial Centro de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria y el Hospital Clínico San Carlos, que ha revisado la evidencia científica disponible sobre esta hormona para elaborar un documento de consenso con recomendaciones prácticas.
En los últimos años ha aumentado de manera creciente el consumo de suplementos de vitamina D entre la población. Según las conclusiones de este grupo multidisciplinar, en población adulta sana no es necesario realizar la determinación de los niveles de vitamina D en sangre, como tampoco está indicada la toma de suplementos de calcifediol o colecalciferol (dos formas de vitamina D), o de otros fármacos que combinan este segundo con calcio.
Por ahora, tal y como se remarca en este trabajo, no existe evidencia en este grupo de población que permita establecer una relación entre niveles bajos de vitamina D y consecuencias para la salud ósea o a otro nivel. Además, subrayan que hasta la fecha no está demostrado, en población adulta sana, que tomar suplementos de vitamina D tenga algún beneficio sobre la salud, con independencia de que los niveles de esta hormona sean o no adecuados.
La vitamina D juega un papel fundamental en el metabolismo óseo y el equilibrio del calcio. Sin embargo, los especialistas coinciden en que no existe evidencia científica acerca de su impacto sobre otras patologías, como cáncer y enfermedades cardiovasculares o respiratorias.
Con respecto a los niveles óptimos de vitamina D en sangre, hay un gran número de estudios y revisiones con resultados diversos, al igual que diferentes recomendaciones de sociedades científicas y autoridades sanitarias. En este documento, se toma como referencia la marcada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que establece el valor de 20 ng/ml de 25(OH) vitD como objetivo adecuado para todos los grupos de población, con independencia de la edad. Además, varias sociedades científicas han adoptado este valor como punto de corte para una adecuada salud ósea.
Grupos especiales
El documento identifica algunos grupos de riesgo en los que sí es preciso realizar analíticas para medir los niveles de vitamina D y, si resulta necesario, prescribir los suplementos correspondientes. En el caso de las personas mayores en residencias, la determinación de niveles de vitamina D está indicada si el paciente presenta factores de riesgo relacionados con fragilidad o aspectos nutricionales. En estos casos, podría ser conveniente prescribir suplementos específicos, que han proporcionado evidencia en la reducción de fracturas con vitamina D asociada a calcio. Asimismo, algunas guías, recuerdan los autores, recomiendan incluso tratar sin realizar una medición previa en estos pacientes.
En total, los autores han identificado nueve grupos de riesgo en los que se han de realizar analíticas para valorar el nivel de esta hormona, así como proporcionar un tratamiento con suplementos de vitamina D.
En este apartado se encuentran las personas con obesidad candidatas a cirugía bariátrica, al igual que las mujeres durante el embarazo y la lactancia que presenten factores de riesgo de déficit. Requieren una atención especial los pacientes con alto riesgo de fractura identificado, pacientes con sintomatología sugerente de déficit de vitamina D o trastorno del metabolismo óseo.
También las personas con trastorno del metabolismo del fósforo y el calcio (como el hiperparatiroidismo, una alteración endocrina), pacientes con enfermedad renal crónica en diferentes grados, con enfermedades asociadas con malabsorción de vitamina D o que reciban tratamiento con fármacos que interfieran en la absorción de esta hormona.
El documento orienta también sobre la posología del tratamiento más adecuada en cada caso, que se ha de mantener mientras existan las causas que se relacionan con niveles bajos de vitamina D, siguiendo siempre las indicaciones de los especialistas.
El grupo de Trabajo ha estado integrado por un total de nueve expertos de ámbitos relacionados con la indicación de la vitamina D. Desde la Dirección Asistencial Centro de Atención Primaria han participado Raquel Siguín y Elena Fuentes (Farmacia de Atención Primaria) y César Jurado (Medicina Familiar y Comunitaria). Por parte del Hospital Clínico San Carlos han aportado su visión Ángel Díaz (Endocrinología), Marian Farid (Medicina Interna), Ana Fernández (Farmacia Hospitalaria), Jesús Mora (Geriatría), Pablo Moreno (Reumatología) y Mª José Torrejón (Análisis Clínicos).