La Comunidad de Madrid destinará este año 5,4 millones de euros para el mantenimiento de 226 plazas para personas afectadas por esclerosis múltiple, dentro de la apuesta del Gobierno regional para mejorar la calidad de vida de los madrileños con discapacidad, facilitando una atención integral con todos los recursos necesarios.
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha visitado hoy el Centro de Día de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Madrid (ADEMM), una entidad que realiza más de 19.000 tratamientos al año, y que aglutina un total de 38 plazas, con una financiación anual del Ejecutivo autonómico que en 2024 superará los 747.000 euros.
En este dispositivo se ofrece una atención especializada y continuada frente a la progresión de esta patología, proporcionando a los afectados el mayor grado posible de autonomía para ganar en calidad de vida, tanto de los afectados como de su entorno, al que también se presta apoyo.
Dávila ha destacado como objetivos primordiales “sensibilizar a la sociedad” y “trabajar, día a día, en su bienestar y el de sus familiares”. Entre los servicios que se ofrecen destacan el de fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, psicología, neuropsicología, trabajo social o atención domiciliaria.
La red pública cuenta, además, con el Centro de Esclerosis Múltiple de la Comunidad de Madrid Alicia Koplowitz, un recurso de referencia en calidad asistencial que incluye en sus programas de intervención el uso de la tecnología más avanzada. Además, se encuentran en ejecución distintas inversiones que permitirán, entre otras mejoras, la creación de un jardín terapéutico multisensorial. Sus instalaciones ofrecen un total de 158 plazas entre residencia, centro de día y terapias.
La Fundación Esclerosis Múltiple Madrid (FEMM), por su parte, suma 30 plazas de atención diurna y rehabilitadora, entre las que destaca un área de neurorrehabilitación integral destinado a la atención ambulatoria.
La Comunidad de Madrid superó en 2023 las 21.000 plazas para la atención a la discapacidad y a la enfermedad mental por primera vez, un hito que nunca antes se había conseguido en la región. De ellas, 14.500 están dedicadas al tratamiento de personas con discapacidad intelectual o física y más de 7.000 para la atención social a personas con enfermedad mental.