Los tribunales anulan la licencia municipal de una cocina fantasma de Arganzuela por «perjuicio a los vecinos»

Gacetín Madrid

En un contundente fallo al que ha tenido acceso Gacetín Madrid, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 de la capital ha declarado nula la licencia concedida por el Ayuntamiento a las cocinas fantasma situadas en el número 8 del Paseo Imperial, en el distrito de Arganzuela, por no haber tramitado la evaluación ambiental de una actividad que puede causar perjuicios al vecindario.

La FRAVM y la Plataforma de Afectados se felicitan por una sentencia que llega después de otra similar, la que acabó con las cocinas de Alejandro Ferrant. Por tanto, se trata de la segunda sentencia contra una licencia del Ayuntamiento de Madrid que permite la actividad de cocinas fantasma en zonas residenciales.

Atendiendo a una denuncia de la comunidad de propietarios de la calle Paseo Imperial nº 8 (Arganzuela) y de otras comunidades aledañas, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 de Madrid ha decidido declarar nula la licencia concedida por Consistorio a la cocina industrial sita en los bajos de su edificio. Para ello, la magistrada titular argumenta que el Ayuntamiento otorgó la licencia sin haber tramitado el procedimiento de evaluación ambiental y, por tanto, sin valorar adecuadamente los perjuicios que la instalación industrial puede causar al vecindario.

Y cita hasta seis tipos de perjuicios de una actividad que la jueza califica indudablemente de “industrial”. Son los siguientes:

  • 1. Perjuicios derivados de la limpieza y tratamientos de residuos.
  • 2. Perjuicios derivados de la contaminación acústica.
  • 3. Perjuicios derivados de la calidad del aire y la sostenibilidad.
  • 4. Perjuicios derivados de la afección a la movilidad urbana.
  • 5. Perjuicios derivados de la falta de zonas de aparcamiento.
  • 6. Perjuicios derivados de la intensidad de la actividad.

La nueva sentencia remite a otra anterior, de mayo de 2022, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 3, que igualmente declara nula la licencia municipal concedida a la cocina industrial de la calle Alejandro Ferrant nº 8, junto al colegio público Miguel de Unamuno. Gracias a ese fallo y «a la fuerte presión de la vecindad y de las familias de los 900 niños y niñas del centro educativo», los negocios de cocinas ubicados en Alejandro Ferrant acabaron echando el cierre, y «ahora esperamos que sigan el mismo camino los que se encuentran en la calle Paseo Imperial», señalan.

La licencia del número 8 de la calle Paseo Imperial fue solicitada por la mercantil Kitchen Cluster Europe SL para la actividad de 12 cocinas industriales, algunas de las cuales actualmente generan pedidos para marcas como Vicio, de Aleix Puig, ganador del concurso televisivo MasterChef 7. Se da la circunstancia de que Vicio llegó al Paseo Imperial tras ser expulsada de las instalaciones situadas en Alejandro Ferrant, 8.

La Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) valoran «muy positivamente» que por segunda vez los tribunales den la razón a los vecinos que «vienen sufriendo las consecuencias de la pasividad del Ayuntamiento en la regulación de las cocinas industriales ubicadas en zonas residenciales».

Y subrayan «el esfuerzo económico que las y los damnificados están obligados a soportar para defender sus derechos ante el Ayuntamiento, con la apertura de procesos judiciales, más allá de las consabidas molestias que a diario padecen por la actividad de esos negocios que operan bajo sus viviendas o junto a ellas».

Además, advierten que la regulación aprobada por el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida en la Modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM, pendiente de ratificación por la Comunidad de Madrid, «no resuelve el problema, pues en primer lugar no afecta a las cocinas ya existentes como la del Paseo Imperial».

Este tipo de negocios está generando «importantes problemas en lugares residenciales que tienen que ver con malos olores, ruidos, suciedad, inseguridad vial y afecciones a la movilidad, entre otros». Por eso, tanto la plataforma como la FRAVM llevan años reclamando, con todo tipo de acciones, «el cierre de las cocinas industriales de las zonas de viviendas y su traslado al lugar de nunca deberían de haber salido, las zonas industriales».

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