El Hospital Clínico San Carlos, centro público de la Comunidad de Madrid, forma parte del consorcio europeo STOP-STORM y concentra gran parte de la experiencia de los centros participantes en la utilización de radioterapia para el tratamiento de pacientes en situación de tormenta ventricular, una de las situaciones más graves que se pueden dar en el contexto de las enfermedades cardiovasculares.
Esta experiencia es fruto del enfoque multidisciplinar y estrecha cooperación entre profesionales de la Unidad de Arritmias y de los servicios de Oncología Radioterápica y Radiología de este centro sanitario público de la Comunidad de Madrid, que ha permitido tratar con éxito, mediante radioterapia estereotáctica dirigida a las zonas del corazón donde se originan las taquicardias ventriculares, a pacientes que no habían podido ser tratados eficazmente por otros medios convencionales, como fármacos antiarrítmicos y ablación con catéter.
Las taquicardias ventriculares son arritmias graves, especialmente si acontecen en personas con cardiopatía en las que se incrementa el riesgo de muerte súbita, y son causadas por señales eléctricas anormales en los ventrículos del corazón que pueden producir cien o más latidos por minuto, exponiendo al corazón a una situación en la que compromete el bombeo de suficiente sangre al resto del organismo.
Estas anomalías “deben ser tratadas con ablación salvo casos concretos, ya que una taquicardia ventricular que no se corrige con ablación comporta una situación delicada, siendo la situación más preocupante la de la tormenta ventricular, que describe una situación de elevada mortalidad en la que un paciente presenta episodios de taquicardias ventriculares que recurren en muy corto espacio de tiempo, a veces inmediatamente”, explica el jefe de sección de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, Nicasio Pérez Castellano.
Abordaje conjunto en tormenta ventricular para salvar vidas
La radioablación estereotáctica de taquicardias ventriculares “es un ejemplo de trabajo colaborativo y coordinación entre diferentes especialidades del Hospital Clínico San Carlos, pero no sólo entre profesionales de este centro sanitario, sino también de colaboración con especialistas que se encuentran en hospitales de otros países al tratarse de un proyecto internacional”, matiza el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico San Carlos, Manuel Gonzalo Vázquez Masedo.
Uno de los casos tratados en el Hospital Clínico San Carlos fue un varón de 71 años, con infarto de miocardio antiguo, enfermedad coronaria multivaso tratada con cirugía de bypass coronario, y reducción severa de la contractilidad cardiaca (fracción de eyección del ventrículo izquierdo < 30%), que ingresó con taquicardia ventricular recurrente y refractaria a fármacos antiarrítmicos. Se le hicieron 2 intentos de ablación con catéter que resultaron inefectivos.
Ante el fracaso del abordaje convencional se propuso la realización de una radioablación estereotáctica de la taquicardia ventricular. Así, se transfirió al paciente en situación muy grave, monitorizado y asistido por especialistas en arritmias, al servicio de radiología y posteriormente al de radioterapia, primero para realizar un TAC multicorte con objeto de establecer con precisión la localización anatómica de la zona origen de la taquicardia en base a los mapas de la taquicardia previamente obtenidos en la Unidad de Arritmias, y posteriormente para planificar la aplicación de una alta dosis de radiación concentrada sobre la zona de interés. Este procedimiento logró sacar al paciente de la situación de tormenta ventricular y estabilizarle, siendo finalmente dado de alta del hospital y permaneciendo a día de hoy libre de nuevas arritmias.
El éxito en el tratamiento multidisciplinar de este paciente supone que “el trabajo en equipo de cardiólogos especialistas en electrofisiología y arritmias, cirujanos cardiacos, radiólogos y radioterapeutas del Hospital Clínico San Carlos, junto a la avanzada tecnología existente en las salas de electrofisiología de este hospital público madrileño, permite tratar arritmias para las que en otras condiciones no hay tratamiento posible”, concluye Pérez Castellano.