Agentes de la Policía Municipal de Madrid han precintado el bar-cafetería ‘Copacabana’ en el distrito madrileño de Usera por exceso de aforo, por hacer de discoteca ‘after hours’ y por disponer de un «cuarto oscuro» donde se realizaban orgías a cambio de dinero y se consumía droga.
Los hechos ocurrieron pasadas las 7 de la mañana del domingo, 4 de junio, en el local ubicado en el número 33 de la calle Ramón Luján, en el barrio de Almendrales. Dos patrullas de agentes de la Policía Municipal de Madrid se desplazaron al lugar tras los avisos de los vecinos, denunciando exceso de ruido procedente del establecimiento.
Una vez allí, observaron la gran cantidad de personas en el interior del local. El dueño, de origen boliviano, expuso a los policías que había remitido al Ayuntamiento de Madrid una declaración responsable para pedir la licencia de cafetería, aunque no pudo mostrar una copia. Además, los funcionarios contaron 60 asistentes, cuando el aforo máximo es de 33 personas.
Por todo ello, procedieron a desalojar parcialmente el local hasta cumplir el aforo. Pero uno de los clientes señaló a los policías que este bar contaba con un «cuarto oscuro» camuflado tras una estantería de madera con libros, junto a la barra, donde al parecer se ofrecían servicios sexuales a cambio de dinero. Cuando el dueño abrió el acceso al lugar encontraron a 5 hombres y 4 mujeres con apenas ropa en lo que antiguamente era la cocina, que había sido anteriormente clausurada por la Policía Municipal por sus pésimas condiciones higiénico-sanitarias.
Cuando interrogaron a cada una de estas nueve personas por separado, las versiones ofrecidas eran contradictorias. A uno de ellos le encontraron 200 euros en efectivo, en billetes pequeños, y a otro un bote con popper, una droga que produce un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia, con sensación de euforia, ligereza y aumento del deseo sexual.
También había platos con comida en mal estado. Finalmente, el propietario del local reconoció que el suyo era un establecimiento al que solo accedían personas de confianza para probar platos especiales y consumir alcohol. Los policías procedieron a levantar acta por todo lo ocurrido y a precintar el establecimiento.