Agentes de la Policía Municipal de Madrid han retirado más de 300 kilogramos de mercancía en mal estado puesta a la venta en una frutería ubicada en el distrito de Ciudad Lineal, cursándose hasta 7 denuncias por diversas deficiencias en el local. Además, se informó a la Inspección de Trabajo por diversas infracciones relacionadas con el derecho de los trabajadores.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes, 8 de mayo, en una frutería del distrito de Ciudad Lineal, en el que estaban trabajando varios empleados de origen extranjero. Se llevó a cabo una inspección a raíz de un requerimiento de colaboración por parte de un inspector del Ayuntamiento de Madrid del área de recogida de basuras, que detectó que se estaban desechando gran cantidad de alimentos en contenedores no indicados para ello o fuera directamente.
Por un lado, requirieron la documentación a los trabajadores. En total se informó a la Inspección de Trabajo por irregularidades de 3 empleados, de los cuales uno fue detenido por tener una orden de expulsión en vigor. Por otro lado, se detectaron irregularidades en el local y en la fruta que vendían, gran parte de ella en penosas condiciones de salubridad.
Por ello se cursaron un total de 7 denuncias, comunicándose la situación a la Junta de Distrito de Ciudad Lineal, y se ordenó la retirada de más de 300 kilogramos de mercancía en mal estado para su eliminación final por el servicio municipal de limpieza urgente (SELUR).
77 kg de pescado y marisco descongelándose en plena calle
En una intervención reciente, agentes de la Policía Municipal de Madrid retiraron un total de 77 kilogramos de pescado y marisco que llevaban más de una hora y media en una calle del distrito de Usera en contacto con el suelo, descongelado, con moscas y sin conservar la cadena del frío.
Los alimentos se iban a poner a la venta al público. La intervención se llevó a cabo pasadas las 10 de la mañana del sábado, 13 de mayo, cuando una pareja de agentes de patrulla se percató a la altura del número 66 de la calle Gabriel Usera de gran cantidad de pescado y marisco prácticamente descongelado en cajas desechas en la acera, con multitud de moscas alrededor.
Tras hora y media de infructuosa búsqueda de su dueño, finalmente apareció un camión cuyo conductor indicó a los policías que su jefe le había mandado a recoger toda la mercancía para trasladarlo a un lugar para su venta.
Sin embargo, dado que el género ya estaba descongelado, habiéndose perdido la cadena de frio, había estado en contacto directo con el suelo y tenía bichos alrededor, fue catalogado como «no apto para su venta y consumo» por riesgo para la salud pública. Por ello fue retirado a la comisaría para su destrucción final por el servicio municipal de limpieza urgente (SELUR).