Especialistas del Banco Regional de Leche Materna del Hospital Universitario 12 de Octubre quieren fomentar la donación de leche materna entre las mujeres que han sido madres en las últimas semanas, para cubrir las demandas nutricionales de recién nacidos muy prematuros o enfermos ingresados cuando su propia madre no dispone de leche suficiente para su correcto desarrollo.
Desde enero de 2019, ofrece un servicio de recogida a domicilio, prestado de forma gratuita por la Fundación Ronald McDonald, para facilitar la donación y evitar que la donante se desplace de forma semanal o quincenal para hacer entrega de la leche.
El Banco de Leche del Hospital 12 de Octubre, integrado en el Servicio de Neonatología, promociona y apoya la lactancia materna desde el nacimiento y necesita incrementar el número de donantes para afrontar el periodo estival. La leche materna está considerada como la mejor medicación que pueden recibir los recién nacidos prematuros o enfermos, ya que se ha demostrado que protege y mejora la evolución de los bebés y reduce posibles complicaciones intestinales y respiratorias, entre otras enfermedades.
Se trata de un acto de generosidad, voluntario y altruista, y gracias a este gesto el año pasado 365 mujeres donaron 2.226 litros de leche que se distribuyeron a 767 receptores de los hospitales de La Paz, Clínico San Carlos, Puerta de Hierro-Majadahonda, Severo Ochoa, Príncipe de Asturias, Alcorcón, Getafe y el propio 12 de Octubre.
Para ser donante de leche debe haber transcurrido al menos dos o tres semanas desde el parto y es necesario tener bien consolidado el amamantamiento de su propio hijo. Además, la madre deber estar familiarizada con el proceso de extracción de leche y ser una persona sana con un estilo de vida saludable, incluyendo la ausencia de consumo de sustancias tóxicas.
FUNCIONAMIENTO DEL BANCO DE LECHE
El Banco Regional de Leche Materna del Hospital 12 de Octubre recoge, procesa, conserva y distribuye la leche donada. Cada día selecciona la cantidad de leche que se reparte entre los bebés ingresados para someterla a un proceso de pasteurización, que consiste en calentar la leche a 62,5 grados y un enfriamiento rápido o mediante un procesamiento a altas temperaturas y tiempos cortos.
A continuación, se realiza un control de calidad para comprobar que se mantiene estéril y se rellenan los biberones en diferentes cantidades en función de las necesidades de los niños.
Fotos: Comunidad de Madrid.