La Comunidad de Madrid ha mejorado en los últimos cuatro años el pavimento de casi el 50% del total de la red de carreteras autonómicas, más de 2.500 kilómetros, y por la circulan más de 21 millones de vehículos por kilómetro al día.
El consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, ha presentado hoy el balance de la Estrategia de Conservación 2018/22, con las inversiones acometidas en estas infraestructuras viarias para vertebrar y cohesionar los 179 municipios de la región. Lo ha hecho en la inauguración de la 32ª Semana de la Carretera, organizada por la Asociación Española de la Carretera.
“Con ellas ofrecemos la posibilidad de mejorar la movilidad de los ciudadanos, ya que repercute de manera directa en el crecimiento económico y el fomento del empleo de nuestra región”, ha señalado. Entre las principales actuaciones puestas en marcha, destacan las labores ejecutadas en 125 puentes, el 15% del total de este tipo de estructuras. Además, se han identificado zonas con alto nivel acústico a partir de los mapas de ruido, aplicando para reducirlas mezclas con características fonoreductoras.
También se han iniciado acciones para incrementar la eficiencia energética con iluminación LED, mejorado el control de acceso a los municipios con nuevos sistemas semafóricos en las entradas de las localidades y reducido los tramos de concentración de accidentes. Todos estos trabajos han permitido anticiparse a los problemas en beneficio directo de los usuarios de las vías de titularidad autonómica, incluyendo actividades para la vialidad invernal y contra inclemencias meteorológicas, así como limpieza de calzada y arcenes, márgenes o reposición de señalización, entre otros.
Estos ejes han permitido reforzar el papel de la región como nodo logístico a nivel nacional e internacional. “El 40% de las grandes empresas extranjeras que se instalan en la Comunidad de Madrid lo hace, principalmente, por la posibilidad que ofrece de acceder rápidamente a otros mercados debido a su extensa red de infraestructuras. La excelente conectividad terrestre y aérea con el resto de Europa y Latinoamérica la convierten en un destino idóneo para la triangulación de negocios entre estas dos grandes regiones a nivel mundial”, ha destacado Pérez.
“Las compañías foráneas valoran también el acceso a otros mercados, el tamaño de su comercio local y los costes laborales, con una mejor accesibilidad del tráfico de mercancías gracias a los grandes centros de actividades productivas implantados en Madrid”, ha concluido.