La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy la creación de la figura de Bien de interés gastronómico para dar relevancia, visibilidad y proyección de mercado a aquellos alimentos con tradición y vinculación especial a una zona de la región. Así lo ha avanzado durante la presentación de la campaña del cuidado del Medio Ambiente en el Centro de Investigación de Olivicultura del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), en Aranjuez.
La presidenta ha enumerado como ejemplos para declarar con esta protección los callos a la madrileña, las palmeras de Morata de Tajuña, las rosquillas de Alcalá de Henares o los quesos de Campo Real. “El Gobierno de la Comunidad de Madrid es muy consciente que un campo vivo es esencial para garantizar el suministro de alimentos. Por eso, si los madrileños confían nuevamente en nuestro proyecto, seguiremos trabajando para que los alimentos de Madrid lleguen a todas las mesas de nuestra región y las del resto de España”, ha señalado Díaz Ayuso.
Para ello, la jefa del Ejecutivo autonómico ha avanzado, entre otros proyectos, que se está trabajando también en la identificación de Producto Madrid para que luzca en los establecimientos de hostelería que utilicen los alimentos y vinos de Madrid.
Asimismo, ha anunciado que se creará una aplicación móvil para facilitar las gestiones de los agricultores y ganaderos con las Administraciones Públicas. De esta manera, podrán realizar sus trámites habituales como guías ganaderas, solicitudes o registro de ayudas sin tener que desplazarse a la ciudad. Estas tres nuevas medidas se pondrán en marcha en la próxima Legislatura.
“Ahora es cuando el campo nos necesita más que nunca. El año pasado cientos de miles de agricultores, ganaderos, regantes, gente del mundo del toro apicultores, lanzaron un SOS desesperado para que no se deje morir su modo de vida, un ruego al que el Gobierno lejos de atender, responde con afrentas y falta de respeto”, ha apuntado la presidenta, quien considera que el campo lo que necesita son “ayudas para proteger sus cosechas de robos y ataques” y “menos regulación y burocracia que les dificultaba su trabajo”.
El campo, ha proseguido, “no entiende de huelgas, bajas ni privilegios” y necesita ayuda para hacer competitivos los precios y afrontar situaciones como las plagas o la falta de agua. “Desde luego, los agricultores y los ganaderos madrileños saben que el Gobierno de la Comunidad de Madrid está a su lado para ayudarles en todo”, ha añadido.
Campaña informativa para cuidar el medioambiente
La presidenta ha acudido a Aranjuez en el marco de la campaña informativa que ha presentado la Comunidad para concienciar del cuidado del Medio Ambiente. Se ha puesto en marcha esta semana para que los madrileños participen en las actuaciones estrenadas por el Gobierno madrileño con el fin de proteger la naturaleza. Esta incluye unos talleres formativos, que se están impartiendo en este Centro del IMIDRA, dirigidos a alumnos de 5º y 6º de Primaria en unas jornadas que acercan el campo a los niños y enseñan la importancia de una alimentación sana, con productos autóctonos y de kilómetro cero.
Así, descubrirán el ciclo completo del aceite de oliva (AOVE), desde el cultivo de olivos hasta el embotellado del producto, pasando por la recolección de la aceituna y sus valores nutricionales con el objetivo de fomentar una alimentación saludable. La iniciativa se extenderá hasta abril y se está realizando en colaboración con Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (ACYRE).
También se podrá apadrinar un ave del Centro regional para la recuperación de ejemplares de animales silvestres o uno de los 500.000 árboles que ha plantado la Comunidad de Madrid en estos últimos años en la región, así como cambiar el aceite de cocina usado por una botella de aceite de oliva madrileño.
En la región hay cerca de 30.000 hectáreas de olivares, siendo el cultivo leñoso más extenso después del viñedo. En las explotaciones de olivar trabajan aproximadamente 4.500 agricultores de 90 municipios de la región como Villarejo de Salvanés, Tielmes, Colmenar de Oreja, Morata de Tajuña, Valdaracete, Arganda del Rey, Carabaña, Chinchón o Campo Real. Solo en estas localidades se obtiene el 50% de la producción anual de la región.
En ese sentido, desde el Gobierno regional se han dados los pasos necesarios para obtener el reconocimiento internacional que merece el aceite madrileño y próximamente obtendrá la Denominación de Origen Protegida por parte de la Unión Europea.
Plan Terra de apoyo al campo
Todas estas actuaciones se enmarcan en el Plan Terra, que la presidenta madrileña presentó en febrero de 2020 como el primer plan de acción para el sector agroalimentario que ha tenido la región y que ya se ha ejecutado en más de un 85%. Es un documento estratégico elaborado con las aportaciones de todas las organizaciones representativas del campo madrileño, que cuenta con 50 medidas y está dotado con 100 millones de euros.
Entre los objetivos del plan está mejorar la competitividad del sector primario, potenciar la comercialización de los productos agrícolas de proximidad, favorecer el relevo generacional y la formación, así como el desarrollo de iniciativas innovadoras y prácticas sostenibles en el campo madrileño el conocimiento de las mejores prácticas en el campo madrileño.
De todas ellas, destaca Agroasesor, un servicio gratuito de asesoramiento técnico a disposición de los agricultores y ganaderos y que en casi dos años desde su puesta en marcha, ha atendido más de 600 consultas; y el Erasmus Agrario, un programa pionero por el que una veintena de agricultores españoles y extranjeros han participado por primera vez en el intercambio de experiencias con profesionales de otras regiones españolas y de otros países europeos. Se están ya preparando los intercambios para este año.
También se han concedido 4 millones de euros en ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores al campo madrileño, duplicándose el número de ellos que se han instalado en los últimos años en la región y ha arrancado Madrid Rural el pasado mes de febrero, el primer gran mercado de proximidad promovido por una administración autonómica. Se trata de un centro de comercialización y distribución de productos kilómetro cero para mejorar la competitividad de las explotaciones familiares.