El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha declarado esta semana Bien de Interés Cultural (BIC) el cuadro ‘Retrato de Valentín Belvís de Moncada’, realizada por Francisco de Goya y Lucientes entre los años 1795 y 1800, uno de los lustros de mayor creatividad del pintor aragonés. La obra merece el máximo grado de protección por su gran valor histórico y artístico.
Se trata de una pintura al óleo que representa un retrato, sencillo y directo del joven militar y aristócrata madrileño. La construcción del volumen de la figura, su elegante pose, la gradación del colorido del fondo y la acertada captación tanto de la fisonomía del personaje como de la calidad de los tejidos del uniforme que viste, la convierten en un ejemplo notable de la producción retratística de Goya de los años finales del siglo XVIII, desprovistos del artificio y ornato propios de las representaciones oficiales.
Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos,1746-Burdeos,1828) está considerado un gran genio de la pintura universal. Además de participar en los movimientos estéticos de su época, con sus últimas obras penetró ampliamente en los nuevos conceptos sociales y pictóricos del siglo XIX, anticipando, en cierta medida, muchos de los avances artísticos e innovadores del siglo XX.
Aunque no inició su producción retratística hasta 1783, cuando contaba 37 años y se encontraba en una fase avanzada de su carrera, llegó a acometer unos 160 retratos, lo que supone casi un tercio del total de su obra. Sus dotes pictóricas, especialmente evidentes en su habilidad para pintar las calidades de los tejidos y la incidencia de la luz sobre ellos, unidas a su fina capacidad de observación y captación de la psicología de los efigiados le han consagrado como uno de los mejores retratistas de la historia del arte universal.
La obra ahora declarada BIC formó parte de la muestra Goya: the portraits de la National Gallery de Londres, comisariada por Xavier Bray, de octubre de 2015 a enero de 2016. Fue la primera exposición dedicada exclusivamente al Goya retratista, donde el lienzo que representa a Valentín de Belvís se mostró al público tras ser restaurado.
Esta obra presenta una importante significación para el patrimonio histórico-artístico de la Comunidad de Madrid, y entre sus valores destacan el periodo de su producción, la significación del personaje, la acertada sencillez de su concepción y la calidad y su buen estado de conservación, así como la permanencia del retrato en Madrid desde su creación.