La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha prorrogado la alerta del Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío activada el pasado jueves, por temperaturas mínimas inferiores a -2,2ºC previstas para este sábado, 28 de enero. Se trata de la primera vez que se activa esta alerta en lo que va de año 2023.
Este martes 24 se han registrado mínimas de -1,1ºC. De cara al miércoles, 25 de enero, las temperaturas mínimas se situarán en los -1,6ºC. Y ya para el jueves 26 subirán a los 0,1ºC, alcanzando los 0,9ºC el viernes, 27 de enero. Sin embargo, para el sábado se registrará un bajón en las mínimas: -2,2ºC. El nivel de alerta se alcanza cuando las temperaturas mínimas previstas para al menos uno de los próximos tres días sean inferiores a -2º, lo que se comunica a los efectos de aplicar las medidas de prevención e información oportunas en el ámbito de sus competencias.
El frío extremo afecta negativamente a la salud y los dos principales peligros son la hipotermia y la congelación. Las bajas temperaturas también disminuyen las defensas y favorecen muchas enfermedades respiratorias (resfriados, gripe, bronquitis, neumonía, etc.). Además, el frío agrava enfermedades crónicas, sobre todo cardíacas y respiratorias, ya que todo el organismo hace un gran esfuerzo para luchar contra las bajas temperaturas.
Los grupos más vulnerables son las personas mayores, las personas con dolencias crónicas (cardíacas, respiratorias, adicción al alcohol, etc.), los bebés, y las personas sin hogar o que viven en hogares con deficientes condiciones.
Hogar
– Procure un buen aislamiento térmico de la vivienda evitando corrientes de aire y pérdidas de calor. Una temperatura de 20-22º C debe ser suficiente.
– En ausencia de un adecuado sistema de calefacción evite el sedentarismo y la quietud durante mucho tiempo. La actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío.
– Conviene tener en cuenta que varias capas de ropa fina protegen más que una sola gruesa, al formar cámaras de aire aislante entre ellas.
– Tenga precaución con las estufas de leña y de gas para evitar riesgos de incendio o intoxicación por monóxido de carbono. Todos los años hay varios incidentes graves por este motivo.
– Evite el consumo excesivo de alcohol. Aunque inicialmente produce una sensación de calor, al final se consigue el efecto contrario pudiendo llegar a producir hipotermia.
Exterior
– Manténgase siempre bien informado sobre las previsiones meteorológicas antes de salir de casa.
– Si las previsiones son desfavorables y es preciso salir de casa y, sobre todo, si hay mucho viento, tenga en cuenta las siguientes precauciones:
– Utilice preferiblemente una prenda de abrigo que sea resistente al viento y la humedad; por debajo de ella, varias capas de ropa no apretada.
– Hay que prestar especial atención a la protección de la cabeza, el cuello, los pies y las manos, por ser las zonas más sensibles y de mayor pérdida de calor.
– Procurar permanecer seco, ya que la ropa mojada enfría el cuerpo rápidamente.
– Evitar el agotamiento físico: el frío supone ya de por sí una sobrecarga para el corazón. En caso de tener que realizar un trabajo físico bajo el frío, debe hacerse con precaución, suavemente, procurando no agotarse, especialmente si se sufre alguna dolencia de tipo cardiorrespiratorio o hipertensión.
– La tiritona es una señal inequívoca de que perdemos calor. En este caso evite permanecer a la intemperie y recójase en un lugar cálido.
– Respire por la nariz y no por la boca, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones.
– Al salir a la calle, si se han producido heladas, las personas mayores deben extremar la precaución para evitar caídas que pueden producir fractura de cadera o de otros huesos.
Atención sanitaria
– Procure estar pendiente de las personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad ante el frío. En caso necesario contacte con el 112 o los servicios sociales de su Ayuntamiento o Centro de Salud.
– Se recomienda la vacunación contra la gripe en personas mayores de 60 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos). También puede ser necesaria la vacunación contra el neumococo, un microbio responsable de muchas neumonías. Consulte en su Centro de Salud.