Las rebajas de enero, que en la mayoría de cadenas empiezan este sábado 7 de enero, son una oportunidad para adquirir a un precio significativamente más barato productos necesarios. Al menos en teoría, porque según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) muchos productos electrónicos y los electrodomésticos de venta online podrían esconder subidas de precio: hace poco más de un mes, durante las rebajas del Black Friday, OCU denunció que un 99% de los descuentos en comercios online para este tipo de productos no eran tales, ya que el precio de referencia no era el más bajo en los 30 días precedentes.
De ahí que aconseje hacer un seguimiento real de los precios o al menos consulte algún Asesor de Precios, como el que pone a disposición la organización para los consumidores. En el caso de la ropa y el calzado, OCU prevé un significativo incremento de las ventas, especialmente entre las economías domésticas vulnerables que hayan retrasado las compras como consecuencia de la inflación, tal y como ya hicieron un 29% de los hogares en una encuesta realizada por la organización coincidiendo con las elevadas subidas de precios de 2022.
En cualquier caso, OCU ofrece cinco consejos básicos para encarar las rebajas con prudencia y seguridad:
1- Hacer listas de lo que se necesita. Es recomendable pensar lo que hace falta antes de salir de tiendas y elaborar una lista para evitar compras impulsivas.
2. Comprobar que junto al precio rebajado aparece el precio antiguo. Dicho producto debe haber formado parte de la oferta habitual de la tienda durante al menos un mes (y si tuvo varios precios, el menor será el de referencia).
3. Preguntar si hay condiciones especiales. Las tiendas físicas no están obligadas a admitir una devolución, salvo que haya un defecto o una tara; y aun admitiéndola, el reembolso podría no ser en efectivo, sino en una tarjeta o vale canjeable. Por el contrario, en las compras online existe un periodo legal de desistimiento de 14 días durante el cual no hace falta justificar el motivo de la devolución.
4. Priorizar comercios adheridos al sistema arbitral de consumo: los problemas se resuelven de una manera más rápida y gratuita.
5. Y conservar siempre el tique o factura simplificada de la compra; es vital para poder reclamar posteriormente. Por cierto, todos los establecimientos deben contar con hojas de reclamaciones a disposición de sus clientes.