El hospital público Infanta Leonor de Madrid ha negado a una chica de 30 años una ligadura de trompas por ser demasiado joven. Así lo ha considerado el equipo de ginecología y obstetricia de este centro hospitalario, quién ha rechazado llevar a cabo esta intervención «ante lo inusual de la solicitud, dada la edad de la paciente y la ausencia de gestaciones previas».
Esta decisión choca con la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva y la Ley de Autonomía del Paciente, las cuáles consagran el derecho de elegir método anticonceptivo sin discriminación por edad o género. Portavoces tanto de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia como de la Sociedad Española de Contracepción han confirmado a eldiario.es que un médico puede recomendar un método sobre otro, pero no negar el acceso.
Hace ya tiempo que Susana tiene claro que no quiere tener hijos. Y fue hace unos meses cuando se lo planteó en serio y decidió poner en marcha el proceso. Después de hablar con su médica de cabecera y de ser derivada a ginecología, le dieron cita en el Hospital Infanta Leonor de Madrid, su centro de referencia. «Me atendió una ginecóloga que se sorprendió mucho pero me dijo que en principio no había problema. Sin embargo, llamó a su jefe y ahí escuché que cambió el tono y ya me dijo que al tener 30 años y no tener hijos, eso no se hacía», explica.
Ella argumentó con la Ley de Autonomía del Paciente en la mano y le pidió dejar constancia en su historia de lo que estaba sucediendo. «Me habló de otros métodos y se lo agradecí pero le dije que no me interesaban». Ante su insistencia, la ginecóloga elevó su caso a una sesión clínica del departamento de ginecología y obstetricia.
El hospital confirmó su negativa por carta
Le dieron cita para conocer «el veredicto» pero, antes de acudir, la llamaron por teléfono para avisarle de que su solicitud había sido denegada. «Pensé que quizá había objeción de conciencia y quien me llamó me dijo que en absoluto. Llamé a atención al paciente y empecé una peripecia para reclamar por escrito». En una carta fechada el 16 de junio de 2022 y firmada por la directora gerente del hospital, María del Carmen Pantoja Zarza, el hospital le confirma su negativa «ante lo inusual de la solicitud, dada la edad de la paciente y la ausencia de gestaciones previas».
«Tras analizar el caso en dicha sesión se consideró, con consenso de los facultativos, recomendar no realizar la intervención solicitada por la paciente de esterilización permanente e irreversible al considerar que no existe ninguna contraindicación para el uso de otros métodos anticonceptivos alternativos, y no irreversibles, ya informados a la paciente por la doctora Calvo, más adecuados para las condiciones clínicas que esta paciente presenta», reza la carta, que también «toma en consideración» que existe una tasa de arrepentimiento del 20%, según la bibliografía. El propio hospital le insta a que puede «ejercer su derecho a la libre elección de centro” si «no la considera satisfactoria» la decisión clínica tomada.
La respuesta indignó a Susana: «¿Un grupo de ginecólogos se ha reunido para decidir por mí mi método anticonceptivo?». Sobre la falta de contraindicaciones, la mujer explica que no le hicieron ninguna prueba, tal como ha reflejado en los recursos de reposición y reclamaciones que ha presentado ante varias instancias. Además, y haciendo uso de esa libertad de elección de centro, Susana acudió a otro hospital público de la comunidad, donde ya le han realizado el preoperatorio. Ahora solo espera la cita para la intervención.