Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España hasta 2019, acompañado de la Orquesta de Extremadura, abrió anoche la programación de danza del festival Veranos de la Villa en el Patio Central del Conde Duque con el estreno en Madrid de su último trabajo, Querencia.
Un espectáculo que permitió al público disfrutar de un viaje a través de la belleza interpretativa y estética de la Escuela Bolera, la danza estilizada, la danza tradicional y el flamenco y en los que elementos como el sombrero cordobés, el mantón de manila, la capa española, la bata de cola y el instrumento que más caracteriza a Najarro, las castañuelas, brillaron sobre el escenario de la mano de los 16 bailarines de la compañía.
Querencia es un espectáculo compuesto por 11 cuadros y cuyo título hace referencia a la tendencia de las personas a volver al sitio en el que se han criado o al que tienen costumbre de acudir. En palabras de Najarro, “con Querencia he querido volver a nuestras bases, a nuestras raíces y mostrar esta danza española, nuestra gran danza española, desde un punto de vista muy actualizado, muy futurista, pensando en el presente pero también en el futuro. Con una estética con la que quiero que, sobre todo los jóvenes, puedan sentirse identificados e interesados en nuestra danza española”.
Acompañado con música en directo compuesta por el pianista Moisés Sánchez e interpretada por la Orquesta de Extremadura bajo la dirección de Andrés Salado, Najarro afronta con Querencia su sexta producción a cargo de su compañía de danza con el deseo de revisitar los orígenes a través de su personal visión coreográfica.